Solucionar los problemas de la gente

Querid@ lector@, estos días, un destacado periódico se amparaba a las fuerzas de la tierra para que ante los asaltantes de las instituciones democráticas (en EEUU y en Brasil) se tomarán medidas en defensa de la democracia. Incluso, tanto en su editorial como en sus páginas de opinión, denunciaba que esa corriente que busca romper las reglas de la democracia, también existe en la UE. En ese sentido recordaba cómo el diciembre pasado la policía de Alemania desmanteló un golpe de la extrema derecha contra la república. Además denunciaba cómo los autodenominados iliberales de Polonia y Hungría tratan de romper las reglas de juego democrático en sus países y dentro de la UE. Incluso señalaba, y además con razón, la presencia de algunos medios que, queriendo y sin querer, facilitan ese rupturismo o, también, la manipulación que, sobre todo en las redes, buscan deslegitimar al adversario político.

Simple indignación

Pero bueno, eso está bien pero no es suficiente, como no es suficiente la simple indignación. Hace falta, además, dejar constancia y combatir (siempre por medios democráticos) que en España existe una extrema derecha que quiere, sin duda alguna (es decir, según sus programas y declaraciones), una auténtica involución constitucional, salirse de la UE, recortar derechos civiles y libertades democráticas... Ni tampoco se puede esconder que el PP parece, como ha hecho en Castilla y León, que para gobernar está dispuesto a buscar acuerdos con esa extrema derecha y, en consecuencia, a asumir parte de sus incívicos y poco democráticos planteamientos. Aunque lo que lamento es que en ningún momento se dice lo esencial: que la mejor forma de defender y fortalecer la democracia es solucionar, desde los gobiernos democráticos, los problemas que sufre la gente. Tratar de implantar políticas de bien común y de justicia social.

Analista político

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