CARTA DEL OBISPO

Domingo de la Palabra de Dios

Casimiro López Llorente

Casimiro López Llorente

Celebramos hoy el Domingo de la Palabra de Dios con el objetivo, entre otros, de conocerla mejor y divulgarla más, como señaló el papa Francisco al instaurar este día en 2019. El Papa desea que esta jornada haga crecer en el pueblo de Dios la familiaridad religiosa y asidua con la Sagrada Escritura. La Palabra de Dios ocupa un lugar central en la vida de la comunidad eclesial y un papel decisivo en la vida espiritual de todo cristiano en los ministerios y estados de vida.

La Sagrada Escritura es la Palabra escrita del Dios vivo. No pertenece al pasado sino al presente. Dios nos sigue hablando en la Escritura. En su origen y raíz está el deseo de Dios de comunicarse a la humanidad. Dios muestra su rostro, ofrece su amistad e invita a compartir con Él su misma vida en su Hijo, la Palabra encarnada. Dios mismo es quien nos habla y quiere suscitar nuestra fe, provocar nuestra conversión y liberarnos de nuestras esclavitudes.

La Palabra de Dios pide ser leída, proclamada, escuchada y acogida sabiendo que es Dios mismo quien nos habla aquí y ahora. El Sínodo de los Obispos de 2008, dedicado a La Palabra de Dios en la vida y en la misión de la Iglesia, insistió en la necesidad de un acercamiento orante al texto. Como dice san Agustín: «Tu oración es un coloquio con Dios. Cuando lees, Dios te habla; cuando oras, hablas tú a Dios».

Hay que evitar un acercamiento individualista; la Palabra de Dios nos llega en la Iglesia y se nos da para construir comunión eclesial. Es una Palabra que se dirige personalmente a cada uno, pero en la tradición viva de la Iglesia. Por eso, es importante leer y escuchar la Sagrada Escritura en comunión con todos los grandes testigos de esta Palabra, desde los primeros Padres hasta los santos de hoy, y en comunión con el Magisterio de la Iglesia.

A ejemplo de la Virgen María, que «conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón» (Lc 2,19; cf. 2,51), oremos con y desde la Palabra de Dios.

Obispo de Segorbe-Castellón

Suscríbete para seguir leyendo