PUNTO DE VISTA

La seguridad de Castelló

Pablo Sebastiá

Pablo Sebastiá

Un reputado experto en seguridad ciudadana comentó el año pasado, en un corrillo de la bodeguilla magdalenera, que Castelló es una ciudad muy segura, especialmente si se compara con Valencia. Al parecer, la capital del Turia tiene barriadas en las que es mejor no adentrarse.

El caso es que, en estos meses, se han publicado en los medios de comunicación varias informaciones que ponen en tela de juicio la afirmación de que Castelló es una ciudad segura.

Unos okupas tomaron posesión de unas viviendas en la barriada de las oficinas de Tráfico, causando más de un problema de convivencia. De esto tan solo hace unos meses.

Otros okupas causaron problemas en el barrio de Lledó, plagado de chalés, asaltando viviendas, molestando a vecinos e incluso realizando pequeños delitos o faltas.

¡Terrorífico!

Esta misma semana hemos leído que unos ladrones desvalijaron un chalet por la misma zona de la capital de la Plana, con una adolescente en su interior. La muchacha tuvo los arrestos de esconderse y guardar silencio mientras esos malnacidos campaban a sus anchas por su casa. ¡Terrorífico!

Y ayer mismo supimos que un par de tipejos asaltaron otra vivienda y estuvieron haciendo lo que les vino en gana en ella hasta que llegó la policía. Todo esto, amén de los robos, asaltos y agresiones que no salen en los periódicos.

Por eso me pregunto si Castelló es la ciudad segura que nuestros dirigentes quieren vendernos o si, por el contrario, ha empezado a ser otra cosa. A mutar. A transformarse.

Recordemos cómo estaba de mal la ciudad a finales de los 80. Muchos jóvenes salían de casa sabiendo que iban a ser atracados. Ir a la feria o al circo era una misión de alto riesgo. Y no quiero, no acepto, que esos tiempos vuelvan.

Escritor

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