Tribuna vecinal

Cita previa, tu peor pesadilla

concha Guillamón

La pandemia obligó a los ciudadanos y a la Administración a cambiar su sistema de comunicación por razones de seguridad sanitaria. En la actualidad, el covid-19 ha pasado a considerarse un enfermedad estacional, sin embargo, la cita previa ha arraigado con fuerza en la Administración a pesar del enfado que provoca en muchos ciudadanos.

La gestión de documentos ante el Ayuntamiento, la Seguridad Social, la Dirección General de Tráfico, la renovación del DNI o del pasaporte, o la solicitud del NIE es un calvario al que se ven sometidas muchas personas.

En primer lugar, porque los usuarios no tienen capacidad o los medios para navegar por la red informática y tienen que recurrir a familiares para que les resuelvan el problema. La Administración está incapacitando a los ciudadanos al negarles la posibilidad de acudir de forma presencial sin cita previa. Bastaría con permitir que conviviesen la cita previa y la cola de toda la vida para las personas que quieran acudir al momento.

En segundo lugar, llama la atención que la persona que atiende al público sea un vigilante de seguridad, que sabe más por las ganas que le pone que por el cargo que ostenta y seguro que hace más de lo que le corresponde. Este pseudofuncionario soporta las quejas y te indica la página web o un número de teléfono para que pidas la cita previa. Por experiencia ya les digo que obtener una cita previa va a ser complicado, si no imposible, conseguir cita en la DGT, en la oficina de Extranjería o en la Seguridad Social, y si te decides por la llamada telefónica, te aviso que es de pago. Es una vergüenza que la Administración proponga a los usuarios teléfonos no gratuitos cuando critica estos mismos en la empresa privada.

Curiosamente, en la DGT me informan que atienden sin cita previa a los mayores de 65 años y me reconforta, pero me da que están vulnerando mis derechos, en concreto el artículo 14 de la Constitución porque discriminan en razón de la edad, de la condición personal y social. Háganselo mirar, señores.

En tercer lugar, es lamentable el funcionamiento de las páginas a las que nos derivan para obtener cita previa porque unas veces la pantalla indica que no se puede acceder por razones técnicas, otras no te permite acabar de cumplimentar los datos, te devuelve al inicio o no te da el resguardo final. Por todas estas cosas algunas personas optan por pagar a una gestoría y que les resuelva el problema, pero no parece justo ni todo el mundo tiene el dinero para hacerlo.

En resumen, que los ciudadanos son otra vez los perjudicados y los que pagan los platos rotos con tanta burocracia que no les permite acercarse a la Administración a hacer las gestiones que la Ley les obliga. ¿Tan difícil es que la cita previa conviva con la cola?

Presidenta AAVV La Choquera

Suscríbete para seguir leyendo