FUERA DE JUEGO

Avenida de Lledó como ejemplo de transformación

José Vicente Felip

José Vicente Felip

Una imagen vale más que mil palabras. La fotografía que ilustraba la portada de Mediterráneo el pasado sábado con motivo de la recepción por parte del Ayuntamiento de la remodelación de la avenida de Lledó, lo dice todo. Una mujer de edad avanzada con movilidad reducida, sentada en una silla de ruedas, empujada por su pareja disfrutando del nuevo vial en un día soleado. O sea, una ciudad más amable donde el peatón sale ganando.

El trayecto desde la plaza María Agustina hasta la basílica de Lledó, el domingo era un reguero de castellonenses que querían comprobar in situ la transformación de esta arteria emblemática, llevándose la mayoría una impresión positiva. Eso comentaban.

Dolores de cabeza

El urbanismo ha sido desde siempre uno de los dolores de cabeza más grandes para los políticos. Realizar cualquier cambio supone estar expuesto al dictamen del ciudadano y también de la oposición, que aprovecha para tratar de sacar rédito. Si nos centramos en Castelló, el ránking de las críticas tuvo la plaza Santa Clara como epicentro. Parte de la capital se puso en pie de guerra contra el alcalde, Antonio Tirado, quien siguió adelante para contar con lo que denominó salita de estar de la ciudad. Y el tiempo le dio después la razón. En la hemeroteca están también la división de opiniones por Huerto Sogueros, Alloza, Enmedio, Mayor, Botánico Calduch... Unas con el PSOE y otras con el PP gobernando el consistorio. 

Castelló disfruta ya de esta nueva ruta peatonal y ciclista que arranca casi en el corazón de la ciudad. Un itinerario accesible, con varios lugares de encuentro, incluso con juegos para niños, donde además se gana espacio verde al abrir el parque Rafalafena y se dota de más seguridad a los entornos escolares. Una avenida del siglo XXI.

Subdirector de Mediterráneo 

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