TRIBUNA

Playas de bandera

Susana Marqués

Susana Marqués

Nada les descubro si les digo que las playas de Benicàssim son uno de los principales recursos y reclamos turísticos que nos ha regalado la naturaleza. Por eso, las cuidamos y mimamos durante todo el año con tareas de mantenimiento que van más allá de la temporada estival. Y es que, con las vacaciones de Semana Santa a la vuelta de la esquina, sumado a las altas temperaturas de esta semana hay quienes ya se han acercado a Benicàssim para disfrutar de la playa y los más atrevidos ya se han dado el primer chapuzón.

Playas, que además de estar cuidadas son sostenibles y accesibles, gracias a los 80 accesos directos y pasarelas que las recorren facilitando que todos, incluidas aquellas personas con alguna capacidad diferente, puedan disfrutar. Una accesibilidad que en Benicàssim trabajamos de forma continua para que sea integral, real y presente en todos nuestros atractivos turísticos, instalaciones y servicios. Y es que con nuestra adhesión al Código Ético Mundial para el Turismo, nos comprometimos a facilitar el derecho a viajar a las personas con discapacidad, con movilidad reducida, o dificultades deambulatorias, apostando por un turismo responsable y sostenible para todos.

Calidad certificada

Y es que nuestras largas playas urbanas invitan relajarse, disfrutar y sentir toda la esencia del Mediterráneo durante todo el año. De norte a sur, la calidad está certificada, reconocida y galardonada por su excelencia y servicios. Todas ellas ondean con la bandera azul que reconoce su calidad y cuentan con la certificación medioambiental y el distintivo Q de calidad turística. Galardones que son fruto de un trabajo colectivo que, junto con la credibilidad que dan cosas hechas con pasión, ilusión y ganas, nos permite crecer, avanzar y ganar la confianza del viajero.

Por ello no se entiende que mientras los representantes del sector y responsables municipales estamos trabajando codo a codo por ofrecer servicios de calidad en nuestros destinos desde la Generalitat, el Sr. Puig, en vez de estimular el turismo y apoyar el crecimiento con medidas fiscales para un sector clave para la economía de la provincia, de la Comunitat Valenciana y del país, hayan aprobado un impuesto turístico, disfrazado de tasa, que grava el bolsillo de quienes decidan pernoctar dentro de la Comunitat , mermando nuestra competitividad local.

Alcaldesa de Benicàssim

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