BABOR Y ESTRIBOR

La voz de Guerra

Basilio Trilles

Basilio Trilles

Felipe González era el apuesto brillante orador que logró transmitir ilusión y libertad en aquellos esperanzadores primeros años de la Transición. Él supo arrastrar a varias generaciones con las que consiguió la histórica mayoría de 202 diputados el 28 de octubre de 1982, un día histórico para España. Hasta ese momento, Felipe y su lugarteniente, Alfonso Guerra, llevaron la chaqueta de pana como símbolo de un PSOE que había abrazado el socialismo liberal, soltando el lastre del marxismo. Guerra, cuya inteligente astucia siempre estuvo a altura de su solidez intelectual, escenificó el papel de poli malo. Ejerció de ariete dialéctico, con especial ardor en los años anteriores a la victoria de Felipe, vapuleando en el Congreso al entonces presidente Suárez. Treinta años después visitó asiduamente a quien en el fragor político llegó a llamar «tahúr del Mississipi». Acompañó a Suárez en la soledad del alzheimer.

Hoy Guerra es la voz más independiente y sólida del socialismo español, al margen del sanchismo, y pone el dedo en la llaga: «El PSOE ha renunciado al socialismo liberal» asegurando que dicha renuncia ha sido: «Para apoyarse sobre una mezcla de radicalismo y oportunismo populista, la reiterada acción de privilegiar a los que pretenden, lo confiesan, destruir la democracia, es imposible de entender para los que han hecho del socialismo la causa de su vida durante el último medio siglo». En alusión al nuevo tiempo de Pedro Sánchez, cuyo apego al poder a cualquier precio le ha llevado a alianzas con los enemigos internos de la nación española. Desde la honestidad política, el de Sevilla es claro: «La mezcolanza del socialismo ha dejado de responder a sus pautas históricas». Guerra dixit.

Periodista y escritor

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