tribuna

Rafa Simó, un número uno

Francisco Toledo

Francisco Toledo

Rafa Simó es el número uno en la lista por Castellón del PSPV-PSOE para las próximas elecciones autonómicas. Tendrán la posibilidad de votarle el 28 de mayo para que represente los intereses provinciales como diputado en las Cortes Valencianas y quién sabe si también en el futuro gobierno en el caso de que Ximo Puig continuara de president, cosa que deseo porque ha hecho una gestión eficiente, llena de sensatez, de defensa de los más vulnerables y de nuestra tierra y de apuesta por la economía productiva.

Pero Rafa Simó es un número uno por otros motivos. En la agrupación de Castelló fue el más votado de la ciudad y el segundo de la provincia tras Ximo Puig. Eso significa que es, sin duda, la persona de la capital que más consenso reúne entre los afiliados del PSPV-PSOE, y eso se debe a su talante conciliador, a su tolerancia y a su buen hacer.

Conocí a Rafa cuando entró de concejal en el Ayuntamiento de Castelló. Era un concejal muy joven, sin experiencia de gestión pública, pero pronto se reveló como un pilar fundamental en la gestión municipal de Amparo Marco. Como concejal de Urbanismo tuvo el gran desafío, entre otros, de liderar la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, PGOU, después de que la justicia anulara el que aprobó el PP. Él era consciente de que Castelló lo necesitaba cuanto antes porque estábamos perdiendo inversiones, y por tanto puestos de trabajo, al no disponer de terreno con la calificación adecuada para desarrollar la ciudad y, lo que es tan importante o más, para ubicar industrias que generen riqueza. Dejó el Ayuntamiento con el PGOU casi aprobado, a falta de trámites finales, para ser presidente de la Autoridad Portuaria de Castellón.

En este cargo la gestión de Rafa ha brillado con luz propia. Se he preocupado por el puerto, como era su misión, pero también por lo que hay más allá del puerto, por estrechar lazos con la sociedad y especialmente con el Grau de Castelló. Para la historia quedará el programa cultural de Al Port, con una programación de conciertos en el puerto; el convenio con la UJI para crear la Cátedra Smart Pots; la conversión del edificio Moruno en un espacio cultural; el lograr que el edificio de la Aduana se remodele y retorne su personal al puerto, de donde nunca debió salir; y también el conseguir que el edificio de la comandancia de marina, cerrado y degradándose desde 2007, retorne a la Autoridad Portuaria para dotarlo de contenido. Para la historia quedará también el que PortCastelló haya ascendido al grado 2 de los puertos españoles, como se merecía por su importancia ganada con el gran trabajo de la comunidad portuaria. En el grado 1 solo están los cuatro grandes que fueron en su día puertos autónomos: Valencia, Barcelona, Bilbao y Algeciras.

Rafa Simó deja el puerto para encabezar la lista del PSPV-PSOE a las próximas elecciones autonómicas y lo deja con un balance muy positivo; pero tan importante o más que los frutos cosechados es lo que deja sembrado para el futuro: las obras de la conexión ferroviaria sur ya adjudicadas, el proyecto de la estación intermodal casi concluido y el proyecto Octopus que culminará la ampliación de PortCastelló, ganando casi medio millón de metros al mar dentro de la dársena sur, para ofrecer un suelo logístico e industrial en condiciones inmejorables para atraer inversiones a Castellón.

El pasado jueves pudimos disfrutar de la última iniciativa, al menos de momento, de Rafa en PortCastelló, con un espectacular acto de entrega de los premios Faro que pudo seguirse por las redes sociales. Fue un acto innovador, como es Rafa, en el que el típico escenario ante el que tienes que alzar la vista, se sustituyó por un pequeño cuadrilátero a la altura de los asistentes; en el que el presentador de la gala se sustituyó por distintos trabajadores del puerto que introducían cada premio; en el que la luz y el sonido, los sonidos del puerto, inundaron la sala; en el que PortCastelló estrenó logotipo animado y branding sonoro (marca sonora) como signo de adaptación al tiempo multimedia en que vivimos, siendo el primer puerto español en dar este paso al que, de seguro, le seguirán los demás.

Rafa Simó solo ha estado dos años y medio al frente de PortCastelló, pero parece que hayan sido mucho más por los frutos recogidos, por los proyectos sembrados, por su intenso trabajo y por la ilusión que ha contagiado durante su estancia en el cargo. Con las mismas piedras se pueden hacer puentes o murallas, y lamentablemente en la política solemos ver que se levantan murallas a base de insultos y descalificaciones de los adversarios, pero afortunadamente Rafa es de los que prefieren construir puentes. Sin duda, en la política hacen falta muchas personas como Rafa Simó.

Querido Rafa, estoy seguro de que seguirás con la misma ilusión, tesón y capacidad innovadora que te caracteriza. Te deseo que tu nueva etapa en la política valenciana sea tan fructífera como lo ha sido en el Ayuntamiento de Castellón y en PortCastelló, porque de eso nos beneficiaremos todos. Adelante, número uno, y gracias por estar ahí.

Y a Enrique Vidal, su sucesor, un profesional con gran y exitosa experiencia en gestión pública y privada, le felicito por su nombramiento, con la seguridad de que con él PortCastelló seguirá avanzando en los próximos años a toda máquina.

*Catedrático de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UJI

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