RECONTRA

Cainolofobia y la muerte del 15M

Ya ha demostrado a donde nos puede llevar el movimiento utópico de izquierdas: al triunfo de la ultraderecha

Vicent García Nebot

Vicent García Nebot

Seguramente ya no os acordaréis, pero hubo hace unos años un movimiento ciudadano formado a raíz de la manifestación del 15 de mayo de 2011 que se denominaba el Movimiento 15M, también llamado movimiento de los indignados, que se conformó después de una serie de protestas pacíficas en España, con la intención de promover una democracia más participativa alejada del bipartidismo PSOE-PP y del dominio de bancos y corporaciones, así como una «auténtica división de poderes» y otras medidas con la intención de mejorar el sistema democrático. Doce años después ya sabemos que el resultado es el que es.

Pero de aquella idea nacieron dos partidos (en realidad fueron tres, pero Vox no cuenta): Ciudadanos Y Podemos.

Asqueados por la corrupción

El primero, una escisión de aquellos ciudadanos de centro y de derechas que estaban asqueados por la corrupción del PP, doce años después y habiendo tenido en la mano la capacidad de cambiar España un par de veces, y sorpasar al PP, ha firmado su acta de defunción después de las pasadas elecciones municipales y autonómicas.

El otro, Podemos, que también estuvo a punto de hacer el sorpasso al PSOE, posiblemente la firme después del próximo 23 de julio en las elecciones generales convocadas por el siempre sorprendente Pedro Sánchez. Porque ya ha demostrado a donde nos puede llevar el movimiento utópico de izquierdas: al triunfo de la ultraderecha.

Pues de aquel sorpasso hemos pasado a esta sorpresa que nos ha ofrecido el presidente del Gobierno. Se huele que la extrema derecha será la beneficiaria y yo ya estoy desarrollando un cuadro médico de cainolofobia o miedo irracional a las sorpresas. Porque voy de sorpresa en sorpresa. Te lo juro.

Urbanista

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