LA RUEDA

Al frente de la alternativa

Vicent Zaragoza

Vicent Zaragoza

Querid@ lector/@, no sé si se ha dado cuenta que pasados unos días de la contienda electoral, algunos políticos que participaron activamente en ella aún mantienen momentos y declaraciones que se sitúan lejos de lo que podríamos considerar un comportamiento lógico y razonable. Y digo, «aún», porque puedo entender (somos humanos, imperfectos y casi siempre capullos) que en plena campaña y por defender lo que se ha ganado o se aspira ganar, a más de uno se le caliente el morro y pierda el tino cierto. Es posible. Incluso veo el exabrupto como algo casi normal y lógico. Pero después, cuando se ha votado y la soberanía popular te ha mantenido o apartado, ya no tiene mucho sentido perder el juicio justo y prudente.

Vergonzosa reacción

Y que quede claro que no me refiero a la impresentable y vergonzosa reacción que ha tenido el cabeza de lista de Vox por Castelló cuando ha manifestado públicamente que le sorprende que Begoña Carrasco, la posible alcaldesa del PP, se siente a dialogar con el PSOE y Compromís, con amigos de terroristas (cuidado, se anuncian tardes de gloria). ¡No! ¡Nada de eso! Los tiros, al menos en esta ocasión, no van por ahí. Señaló a quienes desde todos los partidos y bandos concurrentes y habiendo perdido algo, algún espacio político, salen de la cita electoral amenazando de hacer una oposición firme, contundente, sin paliativos… A todos ellos, sean los que sean y de donde sean, les propongo los argumentos que esgrime Ximo Puig, el Molt Honorable President de la Generalitat Valenciana, el día después de perder las elecciones: parece que lo suyo, y no es mala idea, no es estar al frente de una oposición radical y de una confrontación rotunda (salvo en el caso de que aparezcan desvaríos) sino de la alternativa, de la propuesta… y siempre con buenas formas y con diálogo. Ocasión que aprovechó para recordar que, como dice el pensador Daniel Innerarity, en los asuntos que definen nuestro contrato social los acuerdos son muy importantes aunque, a veces, mantener el desacuerdo es mejor que un mal compromiso.

Analista político

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