El 11 de junio de 2021, recién elegido presidente del Partido Popular en la Comunitat, Carlos Mazón señaló en una entrevista en Mediterráneo que «Castellón no puede seguir siendo la hermanita pobre de la Comunitat». Y además, añadió: «Soy de Alicante y sé bien lo que significa la palabra vertebración...». Un año y medio después, ya en precampaña electoral, a las puertas del Hospital Provincial, repetía exactamente el mismo mensaje: «Castellón, hermanita pobre de la sanidad».
La pedrea en el nuevo Consell
Ya investido president de la Generalitat, visiblemente molesto, salió al paso de la pregunta de un periodista para decir: «No soy un enamorado de las cuotas, sino de los mejores». Y pocas jornadas después se confirmaría que a Castellón le ha tocado la pedrea en la formación del nuevo Consell. Salomé Pradas es la única castellonera dentro del máximo órgano de gobierno. Demasiado poco. No me vale aquello de situarla al lado de Ruth Merino, quien nació en esta tierra pero ejerce desde muy jovencita como valenciana de la capital del Turia. Lo otro es tratar de engañar. Aquí pasa las vacaciones en Benicàssim y punto. Pero igual cambia ahora...
Otra de las primeras decisiones del president que escuece es situar Industria como la cuarta parte de una Conselleria dirigida desde Alicante con Innovación, Comercio y Turismo. La patronal azulejera ya ha mostrado su disgusto. ¿Y Energía dónde está?
Como tampoco es muy razonable que de los tres senadores territoriales que les corresponden al PP, dos sean de Valencia y la otra de Alicante. Mazón, por lo visto, no encuentra de mejores en Castellón. Amnesia.
Demos un voto de confianza. Tiempo tendremos de ver si esa hermanita pobre sale del ostracismo que denunciaba el PP en la oposición. Necesitamos hechos y no palabras.
Subdirector de Mediterráneo
