La semana pasada, antes de que celebrasen las elecciones generales, me preguntaban en un programa radiofónico qué era lo que debíamos reivindicar ante el Gobierno que saliese de las urnas y yo lo tuve claro: una financiación justa para la Comunitat Valenciana.
Después de que el presidente del Gobierno socialista José Luis Rodríguez Zapatero aprobase en la primera década del milenio el actual sistema de financiación, que a los castellonenses y nuestros vecinos del sur nos dejaba a los pies de los caballos, seguimos nutriéndonos de las mismas miserias a las que nos condenaron entonces.
Apenas unos años después, con el popular Rajoy en el Gobierno, el PSOE puso el grito en el cielo y atrajo las reivindicaciones de Compromís y el PP para exigir un reparto justo de los fondos, sin ningún resultado. Y eso que fue la bandera reivindicativa del president de la Generalitat, Ximo Puig.
Hace cinco años, ya con el socialista Pedro Sánchez en el Gobierno, se produjo un fenómeno de afonía en el Consell, que siguió reivindicando un cambio en el sistema de financiación, pero a media voz. Fue el PP quien, esta vez, puso el grito en el cielo… también sin resultado.
Equilibrar oportunidades
Han sido cinco años perdidos ya que, a pesar de que el Gobierno de España ha recibido dinero de Europa y ha tenido un importante aumento de su recaudación tributaria, no ha aprovechado para equilibrar las oportunidades para los habitantes de la Comunitat con los del resto de España.
Y, me parece, que con la legislatura que se nos presenta por delante después del resultado salido de las urnas este domingo, me da que tenemos miseria para rato, aunque el presidente Mazón insista en Madrid con «¿qué hay de lo mío?».
Con un más que probable Gobierno hiperdependiente, aún más, de los nacionalismos catalán y vasco y con la obligación de reducir el endeudamiento disparado del Estado, ¿alguien confía en que corrijan próximamente esta injusticia histórica?
Periodista