Me van a disculpar si en esta, mi primera opinión, soy demasiado directo. Pero les diré que no puede uno sostenerse en pie cuando lee rúbricas como las que el alcalde de mi pueblo, Héctor Ramos, despachó el pasado sábado 29 de julio en este periódico.
Hablar de las energías renovables y del impacto sobre el territorio parece resultarle fácil al alcalde de Borriol. Sobre todo si se trata de atacar la gestión que mi presidenta provincial y máxima dirigente de la Diputación Provincial, Marta Barrachina, ha cumplido solo unos días después de ocupar su cargo. Y no lo digo con ánimo de revanchismo político. Sino con el deseo de analizar desde el sentido común y el razonamiento lógico lo que ocurre. Con la mirada de quien como yo hasta hace solo unos meses era un mero observador de la política.
Pues bien. Héctor Ramos quiso darnos el pasado sábado una lección de cómo se debe frenar la MAGDA. Ese proyecto para la implantación de megaplantas fotovoltaicas que tanta aversión ha generado en nuestra provincia en general y en nuestro pueblo en particular. Lo hizo después de que la presidenta de la Diputación Provincial, Marta Barrachina, citara a todos los alcaldes de pueblos afectados, incluido el nuestro, a una reunión donde escucharía al territorio y propondría soluciones eficaces y directas para defender los intereses de cada municipio.
No acudió a la reunión
Era el 20 de julio y Héctor Ramos no acudió a esa reunión. Lo cual nos sorprende, porque no solo decidió no acudir ni interesarse. Tampoco envió al concejal delegado del área, ni siquiera a un técnico. Ese es y no otro el nivel de esfuerzo de este alcalde por nuestro pueblo. Ninguno.
Eso sí, el 29 de julio Héctor Ramos no tenía complejo en presentarse en estas páginas como ejemplo a seguir en la defensa de los intereses de Borriol frente a la megaplanta. Él, que ni siquiera se prestó a acudir a una reunión sobre cuyo contenido le pedimos información ese mismo jueves 20. Se pueden imaginar su reacción. Nada que aportar porque no solo no acudió a la cita. Tampoco se interesó por su contenido.
Borriol necesita menos lecciones de hipocresía y más esfuerzo y trabajo comprometido. Necesita un alcalde que piense menos en la foto y la etiqueta y más en el trabajo y el esfuerzo. Porque es el único que garantiza resultados.
Al menos, no nos mienta. No quiera elevarse a las alturas cuando para cuestiones tan vertebrales como esta ni siquiera se presenta ni busca a alguien que le sustituya. Ese es el verdadero valor que da Compromís a un proyecto que nos afecta y nos condiciona.
Borriol merece mucho más y vamos a trabajar a conciencia para conseguirlo. Fiscalizar a quien gobierna o dice gobernar, que para eso cobra. Exigir información cuando el Gobierno Provincial que dirige Marta Barrachina le tiende la mano para ayudar a nuestro pueblo a defenderse. Esfuerzo y sacrificio para que Borriol consiga resultados, porque el postureo de poco nos sirve. No se le vaya a olvidar. Su sueldo lo pagamos de nuestros bolsillos y lo que necesitamos son soluciones, no lecciones de hipocresía.
Portavoz del PP de Borriol