Es hablar por no callar en un agosto calenturiento como pocos. La nueva Generalitat nos anuncia que impulsará una modificación de la Ley autonómica de ordenación del territorio, urbanismo y paisaje (LOTUP) para introducir la fórmula de la declaración responsable, con el fin de agilizar las licencias de construcción de viviendas a partir de proyectos básicos y «agilizar las licencias» reduciendo los plazos de otorgamiento.
El mayor tope legal
¡Buuuffff! ¡Qué calor! En primer lugar, porque las declaraciones responsables ya están recogidas en la ley desde hace un porrón de años. En segundo lugar, porque la ley estatal limita cuando utilizar esta figura abreviada de otorgamiento de autorizaciones y en la Comunitat hemos llegado al mayor tope legal para su aplicación.
Y la tercera, y más importante, porque el problema no está en los plazos. De verdad hace mucho calor y al ser tan húmedo igual hace que patinen las neuronas. El plazo para dar una licencia de obras según la ley es de dos meses. Pero son muy pocos los ayuntamientos que cumplen estos plazos, bien sea por el calor del verano, bien por el frío del invierno. Vaya usted a saber si será por el cambio climático.
Ahora imagínese que, en lugar de que el plazo sea de dos meses, va y lo cambiamos por quince días. Si no ponemos más funcionarios a trabajar da igual el plazo que pongamos, porque seguirá acumulándose el trabajo. Y es que el problema no está en la ley, sino en quien la aplica. Más específicamente en el político que no sabe dirigir a sus funcionarios. Y es que, con este calor, cómo vamos a acertar en las soluciones. Esperemos que, en otoño, con la frescoreta entiendan que copiar a Madrid no es la solución a nuestros problemas burocráticos.
Urbanista