El tiempo vuela cuando uno hace aquello que le apasiona. Cuando nos dedicamos en cuerpo y alma a lograr objetivos. Cuando nos esforzamos por lo que merece la pena. Y esa pasión que hace apenas unos días me transmitían con vitalidad absoluta los atletas del CA Playas de Castellón es la misma que ha guiado mis pasos en las cinco semanas que llevo trabajando al frente de la Diputación.
Estamos cumpliendo con la palabra dada y seguimos trabajando. Con la convicción de que la Diputación es la casa de la provincia y con una hoja de ruta definida que es la que el pasado 28 de mayo avalaron los ciudadanos en las urnas. Avanzamos porque es de justicia cumplir aquello que se anuncia en campaña y es un honor poder hacerlo para mejorar la vida de los castellonenses.
Con soluciones para atender lo urgente, para tender la mano a quien la necesita y ayudar a los más vulnerables, porque urgía inyectar oxígeno a quienes estaban con el agua al cuello y lo hemos hecho. Hoy hemos logrado desbloquear 1,3 millones de euros para organizaciones sociales y culturales, como el Banco de Alimentos, nos hemos reunido con Afanias y hemos atendido las demandas de la Asociación contra el Cáncer o la Asociación Gitana de Castellón.
Cumplir la palabra dada. Y trabajar para hacer realidad aquello que hace más de un año solicitábamos como oposición. Escuchar a los municipios afectados por las megaplantas fotovoltaicas para ofrecer el servicio de asesoría que les permita defenderse o habilitar una línea de ayudas a la que puedan recurrir para garantizar que su opinión cuenta.
Defensa férrea
Lo hemos hecho conscientes de que las fuentes de energía renovables son una obligación, pero también sabiendo que nadie tiene derecho de pernada sobre nuestro territorio. Y ahí van a encontrar la defensa férrea de esta institución que va a proteger hasta el último recurso los derechos de los vecinos de esta provincia. Porque Castellón no es mucho, lo es todo. Y este gobierno que tengo el honor de presidir va a ser garante del diálogo, ejemplo de escucha y modelo de liderazgo.
Nos encontrarán en las soluciones, en el trabajo en equipo y en la defensa del territorio. Porque no vamos a limitar las opciones de esta provincia cuando sabemos que hay mucho por explorar. Empezando por la tierra, ese germen de vida que es sinónimo de empleo y riqueza para miles de familias dedicadas al noble oficio de la agricultura. El objetivo, tal y como hemos trasladado a La Unió, es crecer, porque sabemos que si a nuestros agricultores les va bien a Castellón le irá mejor.
Inversiones
Crecer para mejorar. Porque nos lo merecemos. Y así se lo hemos transmitido a la consellera de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio, Salomé Pradas, a quien hemos reclamado la inversión en agua, montes y carreteras que esta provincia merece.
Porque no vamos a ser una Diputación sumisa, vamos a ser una institución al servicio de los castellonenses. Y lo haremos defendiendo allá donde sea necesario nuestra provincia. El agua que garantice la vida y que hoy muchos municipios no disfrutan porque hace falta el plan director provincial. Los montes como emblema del músculo provincial, que merecen limpieza, prevención de incendios y aprovechamiento de la biomasa. Las carreteras, como vías de vida que son motores de desarrollo y puertas abiertas al bienestar. Hoy trabajamos para culminar la CV-154 entre la Serratella, les Coves de Vinromà y Albocàsser, y acabamos de reparar la CV-200 en el tramo de Almédijar a Aín.
Y todo ello con el reto de dejar atrás la despoblación para empezar a hablar de repoblación. Lo conseguiremos con recursos básicos como las depuradoras. Las de Cabanes, Vallibona, Benlloc-Vilanova d’Alcolea, Alcudia de Veo y Pavías que vamos a sacar a licitación. Porque vivir en el interior es un privilegio y compartir esta provincia una suerte que estamos decididos a reforzar. Es de justicia.
Presidenta de la Diputación de Castellón. Presidenta provincial del PP de Castellón. Alcaldesa de Vall d’Alba
