El conseller Marciano Gómez ha heredado, con toda seguridad, la Conselleria con mayores carencias y quejas del Consell. Eso me preocuparía lo justo, para eso ha aceptado su cargo, si no fuese porque hablamos de la Conselleria de Sanitat.
Ya sabemos todos los castellonenses el desastre en el que están sumidos los servicios sanitarios en la provincia. Sabemos de sobra que el caos empieza en la atención primaria y desde ahí, la mierda va cayendo a todas las áreas. No importa el centro de salud, ni el hospital, ni el municipio. Todos están mal y, algunos, peor.
Ese es el caso del Hospital Provincial de Castellón. Lo que era un centro de referencia en varias especialidades, especialmente en Oncología, va camino de convertirse en un centro sanitario donde vaya a parar lo que no quieran el resto de hospitales de la provincia.
Ayer publicaba Mediterráneo que dentro del horroroso balance de las listas de espera quirúrgicas, el Hospital Provincial de Castellón acumula los mayores retrasos.
El saqueo sistemático de profesionales y de equipamientos iniciado por la peor consellera que me he podido echar a la cara en los últimos 30 años, Carmen Montón, ha seguido con los siguientes titulares designados por Ximo Puig.
El problema es que el sistema de saqueo se sigue manteniendo, a no ser que desde Castellón seamos capaces de hacer ver a Carlos Mazón que tiene que dar la vuelta al sistema como quiera.
Que se apañen entre Generalitat, Diputación y personal del Provincial --que no sus sindicatos-- para buscar el modelo de gestión más eficiente, asumiéndolo o no la Generalitat. Pero que no lo hagan a costa de cargarse el mejor hospital oncológico de la Comunitat… que está en la UCI.
Periodista