El pleno del Consell celebrado el martes en Castellón de la Plana ha acordado bonificar el impuesto de sucesiones y donaciones. Una buena noticia para todos los valencianos y una medida que será efectiva a partir del 28 de mayo, fecha electoral que propició el cambio en la Generalitat Valenciana y en el Ayuntamiento de Burriana. Los hijos ya no tendrán que pagar por recibir aquello que lograron sus padres con su ahorro y esfuerzo. Se elimina el impuesto a la muerte.
La Comunitat Valenciana está cambiando, al igual que está sucediendo en Burriana. Hemos abandonado la política del sectarismo y estamos centrados en lo que verdaderamente les preocupa a los ciudadanos: tener unos impuestos justos y un Gobierno dedicado a resolver los problemas.
Una de las anécdotas que tendré para contar el día de mañana será que estuve presente el día que Carlos Mazón hizo la promesa de eliminar el impuesto de sucesiones y donaciones en la Casa de la Cultura delante los vecinos de Burriana. Quizá algún presente creyó que era una promesa más de una campaña electoral. Nada más lejos de la realidad.
Impuesto totalmente injusto
Hoy en día, Carlos Mazón es el presidente de la Generalitat Valenciana y yo, gracias al apoyo de mis vecinos, me he convertido en alcalde. Mazón ha cumplido su palabra con los burrianenses, quienes ya no tendrán que pagar dos veces por lo que es suyo. No se puede decir más claro, el impuesto de donaciones y sucesiones era un impuesto totalmente injusto. Bienes que han sido declarados, por los que han tributado nuestros padres, son en muchas ocasiones imposibles de heredar por parte de sus hijos. El año pasado cerca de 5.000 personas renunciaron a su herencia en la Comunitat Valenciana. Solo en la provincia de Castellón cerca de 2.000 contribuyentes se verán exentos de pagar a partir de ahora.
Eliminar este impuesto era una cuestión de justicia. Si hay voluntad es posible hacer una política útil y que mejore la calidad de vida de los ciudadanos. En ello estamos y esto solo acaba de empezar.
Alcalde de Burriana