El alzhéimer va a más en Castellón» titulaba ayer Mediterráneo… y las ayudas han ido a menos los últimos años, remato yo.
Y lo hago con conocimiento de causa, como sufridor familiar de una persona enferma a la que además de tener la desgracia de ver padecer una enfermedad jodida de verdad, se une la frustración de encontrarte solo a la hora de lograr que tenga una atención adecuada, el enfermo, y unas ayudas profesionales y económicas, la familia.
La neuróloga de la Unidad de la Memoria de la Magdalena alertaba en la información del aumento de casos al aumentar la esperanza de vida. Lo que agrava aún más la situación es saber que en Castelló de la Plana, o te atiende ella o no te atiende nadie porque no hay más especialistas… por lo menos hasta hace unos pocos meses.
Lo que la hace aún más lamentable es que tengas que esperar más de tres meses para tener una consulta con la especialista o que tarden más de siete meses en darte cita para que le hagan una resonancia para conocer la evolución de la enfermedad.
Y ya, para rematar la juerga permanente de vivir con un enfermo de alzhéimer, ya puedes tener la suerte de tener una cuenta corriente saneada, porque los gastos se disparan. Y sabes que la Administración, cuando aprueba la ayuda, que puede demorarse más de un año, aprobará apenas lo suficiente para pagar la atención de una semana del mes.
Porque de tener plaza en una residencia pública, ni hablar, a no ser que la persona enferma esté en un estado tal que se le caiga la cara de vergüenza al responsable de turno.
En definitiva, que el nuevo Consell tiene deberes urgentes porque la herencia que les han dejado es inasumible para las personas enfermas… y para sus familiares.
*Periodista