BABOR Y ESTRIBOR

Ábalos sabe latín

Basilio Trilles

Basilio Trilles

El pestilente asunto que inicialmente abandera el exministro y exsecretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, junto al aizkolari Koldo García, máster en mamporros y brillante hoja de servicios a pie de puerta del burdel pamplonés Rosalex, a no ser por la gravedad del hecho y las especiales circunstancias que lo envuelven: millonario pelotazo a costa de una situación de emergencia sanitaria que costó la vida a decenas de miles de ciudadanos, tiene todos los ingredientes de una desternillante astracanada de Muñoz Seca.

Ironía a parte, la cuestión que tiene a Pedro Sánchez más acojonado que consternado da la impresión que acaba de empezar. Cuando redacto estas líneas, Ábalos ha presentado la dimisión como presidente de la Comisión de Interior del Congreso, pero sigue con el acta de diputado, contraviniendo el deseo de Sánchez, quien le ha dado 24 horas para dimitir. El locuaz político valenciano, mano derecha del presidente del Gobierno cuando este resucitó cual Lázaro y recobró totalmente las riendas del PSOE, el sábado ofreció una entrevista en la La Sexta. Ante las respuestas al colega Yélamo, intuí que lanzaba velado mensaje al jefe y sanedrín de compañeros del puño y la rosa. El tipo dio a entender que sin la nómina a cuenta de los Presupuestos del Estado se quedaba en pelota picada. Cuando un político profesional, sin oficio ni beneficio al margen del partido, recibe el revés de perder el sueldo público, suele advertir a los enviados, anhelantes de una salida pacífica y ordenada, que él vale por lo que calla. En este caso, fontanero de alto copete, se cumple la premisa.

La supervivencia suele desatar imprevisibles reacciones en quien debe afrontarla. Ayuso, en ese tono de desdén que la caracteriza, ha dicho que Ábalos «sabe latín». El manejo adecuado de una lengua muerta en una crisis política de envergadura suele tener imprevisibles consecuencias. Dicen que Ábalos es un político de vida disoluta. El que fuere fiel escudero de Sánchez, comprometido hasta la médula en la creación y fortalecimiento del sanchismo, colaboró en forjarse una imagen devaluada contando con compañeros de viaje sacados de un relato negro de la España profunda. Si bien es justo recordar que Koldo García llegó a Madrid de la mano de Santos Cerdán, el hoy número dos del PSOE y negociador con Puigdemont. Ya en 2015, Cerdán colocó al aizkolari en las listas socialistas de Navarra, aunque ahora se lleva a andana y dice haber tenido escasa relación con el chico para todo de Ábalos, empapelado por la Justicia. Ítem más, el exportero de puticlub aparece en el libro Manual de resistencia.

"Titán de los desahucios"

Sobre él Sánchez destaca los valiosos servicios prestados a su causa, haciendo especial mención a los dos días que pasó custodiando los avales que le permitieron presentarse a las primarias. Ya en 2014 el actual secretario general socialista testimonió el afecto hacia Koldo en un post publicado en Facebook al que denominó «el último aizkolari socialista» y «titán de los desahucios». El corta troncos acabaría siendo la sombra de Ábalos en el Ministerio de Transportes, desvelándose cerebro gris para los negocios ilícitos en forma de comisiones, engañando él solo a cuatro administraciones, a costa del estado de alarma por el covid. ¿Engañó él solo? Pocos observadores dudan de que Koldo estuvo dirigido y apoyado.

Convencer a Ábalos, intuyo, no será camino fácil, en La Sexta dijo que entregar el acta era acabar con él. Ayuso cree que sabe latín. Por poner un ejemplo, sobre Delcy Rodríguez, vicepresidenta de Maduro, y sus 40 maletas, sí sabe, igual que Koldo. ¿Estamos ante la punta del iceberg? Desde el PP a Ábalos le piden que tire de la manta.

Periodista y escritor

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