Opinión | A QUEMARROPA

Escala a Castelló

Espero que la séptima edición de Escala a Castelló sea todo un éxito. Dejen que les invite, queridos lectores, a visitar el Muelle de costa de Port Castelló entre el jueves y el domingo que viene. Se trata de un excelente ejemplo de conexión puerto-ciudad. El Muelle de costa, el entorno del casino y la Plaza del mar han pasado por mejores momentos. Es indudable. Los últimos años han sido muy duros para el frontal marítimo del Grao, pero iniciativas como Escala han mantenido el pulso al desánimo y han permanecido inasequibles al desaliento.

Otras iniciativas que se celebran en el distrito marítimo, tanto en la zona urbana como del pinar, tienen un efecto más discreto. A veces no tienen ningún efecto. En ocasiones incluso son perjudiciales y ensucian, generan contaminación acústica y embrutecen el entorno. El nuevo equipo de Gobierno municipal debe revisar qué apoya y qué abandona, en los próximos meses.

Medallero

Dicho esto, me atrevo a decir que, tras las fiestas de Sant Pere, Escala a Castelló ocupa el segundo puesto en el medallero de los festejos que ayudan al Grao a ser tan grande. Quizá el bronce esté más en discusión. Personalmente, la concentración de motocicletas Harley-Davidson en septiembre puede ganar ese honor.

En fin, queridos lectores. Visiten el Grao esta semana. Les encantará. Disfrutarán como niños. Se sorprenderán por la belleza de los veleros atracados, se enamorarán de las paraditas del mercado marítimo, alucinarán con desfiles y exhibiciones. Ya tienen plan para el fin de semana, se lo digo yo.

Aprovecho para felicitar a la organización, a la concejalía del Grao, a la de Turismo, a la alcaldía y a la autoridad portuaria. Les deseo mucha suerte en esta edición.

Escritor

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