Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

Está reflexionando

El show de Pedro Sánchez mantiene en vilo a España, a la UE y al resto del mundo. Semejante ventajista de la política profesional, capaz de pervertir el lenguaje sustituyendo el significado de mentira por cambio de opinión, ha dicho que necesita cinco días para reflexionar sobre su continuidad en el sillón curul de la Moncloa. Nuestro Dorian Grey patrio sorprendió el miércoles con una carta a los españoles, típica redacción sanchista orientada a dividir al personal, arreando dosis de victimismo, amor a Begoña y la denuncia garbancera de lo que Franco denominaría «conspiración judeo-masónica», señalando a Feijóo y Abascal. No hay precedentes, ni aquí ni en el resto de las democracias consolidadas, sobre la amenaza de dimisión en diferido de un presidente de Gobierno. Conociendo la trayectoria de Sánchez es fácil pensar en un posible órdago táctico. Pocos creen que vaya a dimitir. Entre tanto, Zapatero se ha apresurado a llamar a la movilización en apoyo al vilipendiado compañero, mártir de la causa. Incluso el comunista Santiago ha dado categoría al personal anuncio: «Esto no es contra el presidente, es contra la democracia». A las barricadas.

Mientras Sánchez reflexiona, a la inefable María Jesús Montero parece haberle traicionado el subconsciente: «La política no puede ser un ejercicio de cinismo prolongado». Mujer, usted es la número dos del sanchismo, el cinismo en su boca es nitroglicerina. Bolaños confía en que Pedro aguante: «Diciéndole a la jauria que no han podido con él». Atentos al espectáculo.

Periodista y escritor

Tracking Pixel Contents