Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

El amo

El martes nos desayunamos con la semilibertad que otorga la aplicación del tercer grado penitenciario en beneficio del sanguinario etarra Harriet Iragi. Gracias a la voluntariosa acción de la consejera socialista de Justicia y Derechos Humanos (menuda broma), del Gobierno Vasco, María Jesús Sanjosé. La hiena Iragi, en el año 2000, asesinó al fiscal jefe Luis Portero, al teniente coronel médico Antonio Muñoz y al concejal del PP en Málaga José María Martín Carpena. No mató a más personas porque fue detenido junto a otros canallas del denominado Comando de Andalucía. Dos días después de la medida de gracia, denunciada por la Asociación Víctimas del Terrorismo y familiares de los ejecutados por ETA, ¡oh casualidad!, EH Bildu anuncia en el Congreso que el Gobierno derogará de forma inmimente la ley de seguridad ciudadana, mermando la ya erosionada autoridad de las fuerzas policiales. Merced al pacto suscrito en su día entre ellos y los socialistas, cuyos réditos para los bilduetarras comienzan a aflorar.

Al precio que sea

Los de Otegi saben que Sánchez está dispuesto a lo que sea con tal de seguir aferrado al poder. Eso mismo tienen claro los independentistas catalanes, así ayer supimos que la Abogacía del Estado acusa al Tribunal Supremo de actuar con «criterios políticos» en la amnistía. En las últimas horas la Generalitat socialista de Illa había pedido que los jueces dejaran de intervenir, en sintonía con las amenazas de Puigdemont exigiendo ser amnistiado al precio que sea. Sánchez tiene tomado el punto al sistema. El puto amo.

Periodista y escritor

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