Opinión | PUNTO DE VISTA

‘Lim go home’

Me gusta el fútbol, mucho. Soy del Valencia y de España. Otros tienen mis simpatías, como el Castellón, el Villarreal o el Levante. Soy seguidor de tercera generación y la saga continúa con mis hijos. Es muy importante para nosotros, casi una religión que nos une. Puede hacernos muy felices con los éxitos y desgraciados con los fracasos. El equipo es centenario y nunca había pasado algo como lo de ahora. Y es que tenemos el peor mandamás que nunca hemos tenido, el nefasto Lim, que fácil tendría aprender del vecino Fernando Roig, pero no. En Singapur va a la suya y ni siente el club, ni le importa y desde luego lo gestiona fatal o quiere vengarse de la repulsión que genera en el aficionado. Lo compró en un proceso cuestionable, ha movido 1.000 millones de euros de compras y ventas de jugadores, y el campo por terminar. Está degradando al club hasta límites incomprensibles: de ser el mejor equipo del mundo en 2004 a rozar el descenso. Vende o regala a los jugadores buenos que había o que surgen de la academia y no ficha a nadie. Ojalá lo venda rápido, querrá ganar dinero y aprovechar las plusvalías urbanísticas. Adiós Meriton y de paso a todos los pelotas y cómplices. Corona, Solís, periodistas mediocres, exjugadores para los que Mario Kempes debería ser un ejemplo, peñas acomodaticias y políticos que deberían saber lo que hacen. Menos mal que tenemos a Baraja, que siente los colores y nos mantiene a flote, ¿pero por cuánto tiempo? Como miles de valencianistas de corazón, me sumo al grito: Lim go home.

Notario y doctor en derecho

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