El llaverazo de nuestros jóvenes

Como un ruido ensordecedor en los oídos de nuestros políticos debería sonar la agitación de llaves de miles de jóvenes en la manifestación del pasado domingo en Madrid por una vivienda digna. Hartos de las subidas del alquiler y escasez de vivienda asequible que sacudieron sus llaveros, como símbolo de su indignación. Llaveros con las llaves de las casas de sus padres y abuelos en los que, todavía, se ven obligados a vivir como única opción si quieren estar bajo un techo. O las llaves de casa compartidas con muchos compañeros y compañeras obligados por las circunstancias. Y es que la juventud, gran perjudicada por la escasez de vivienda asequible, tanto en venta como en alquiler, fue este domingo la protagonista de una marcha masiva en Madrid por el derecho a la vivienda.

No sé si fueron 22.000 las personas asistentes según la Delegación del Gobierno o 400.000 como dice la federación de asociaciones de vecinos, pero el hecho es que el 66% de las personas entre 18 y 34 años en España sigue aún en el hogar familiar, frente al 50% de 2010.

Un negocio

Es cierto que la vivienda es un derecho, y no debería ser un negocio… pero lo es. Y solo cuando se eleva la oferta es cuando el mercado regula el precio. Es básico. Mientras la oferta sea escasa y la demanda alta, el precio será alto y el negocio todavía más negocio.

Entonces, si hay negocio porque hay demanda ¿por qué no aumenta la oferta con la construcción de más viviendas? Ya están tardando mucho los ayuntamientos, Generalitat y Estado en invertir en vivienda asequible. Porque Sí Se Puede.

Urbanista