Opinión | PUNTO DE VISTA

Restaurante de categoría

¿A quién no le gusta comer bien? A mí desde luego sí. Otra cosa es lo que entienda cada cual por comer bien. Mejor calidad que cantidad. Unos quieren solo buen producto, cuanto menos elaborado mejor. Otros adoran la cocina creativa y que se transformen los ingredientes en creaciones culinarias. Estos son los que se reflejan en las estrellas Michelin, las Repsol, best restaurant San Pellegrino y otras distinciones gastronómicas. El que obtiene estos premios y más si son varios, en principio ofrece una grata experiencia de alto nivel. En España tenemos muchos y muy buenos. Pero hay de todo, los de Castellón cumplen los estándares, en otros sitios es discutible.

Un todo

Menús de 200 ó 300 euros exigen no solo calidad culinaria sino un conjunto de prestaciones que sean un todo. Un entorno y decoración adecuada y sobre todo un servicio de sala profesional, cercano y amable. Debe velar por la máxima satisfacción de sus clientes, atendiendo sus peticiones, necesidades y sugerencias, evidentemente respeto a la ceremonia de la comida / cena, que suele ser larga.

Como ejemplo de lo que quiero decir citaría Arzak: máxima calidad, amabilidad y adaptabilidad. Lo que nunca deberían hacer es olvidar que son anfitriones y que su objetivo es ofrecer una experiencia inolvidable y lograr la máxima felicidad de sus invitados, en este caso paganos a los que además de sacarles gran cantidad de dinero, no pueden maltratar ni imponer normas absurdas que impidan disfrutar de la experiencia. Lo que hará que nunca vuelvan. Se puede morir de éxito.

Notario y doctor en Derecho

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