Opinión | COSAS MÍAS

Murallas y portales

Refiere Sánchez Adell que en el primero de los Llibres de Consells, fechado en 1374, figura un texto en el que aparecen las medidas del perímetro de la villa en el siglo XIV. Según aquel, el flanco norte presentaba un chaflán al noreste en arco, adaptándose a la curva de la acequia Mayor, continuando el muro de fortificación, tras una torre flanquera hasta el portal de Pauls (después del Hospital) por el que la calle Mayor se abría a la hoy plaza María Agustina. Seguía la torre Dels alçaments, o de Sant Pere, conservada en el sótano de la plaza de las Aulas, siendo el mejor testimonio arqueológico de las particularidades de la muralla, junto con unos fragmentos en Gobernador. La torre se descubrió al excavar el aparcamiento subterráneo, en diciembre de 1994. Junto al portal d’En Pomar estaba la torre Jussana (de abajo), salida, esta, que coincidía con el final de la actual calle Enmedio. La torre de l’Esperó cerraba la calle de Alloza. De la Torre Cantonera, Cap de la Vila o del Cementiri dels moros al oeste, frente a la plaza del Rey, que remataba en ángulo el lienzo norte, no quedan vestigios, siendo el fragmento de la torre situado bajo un popular bar con forma de bus, datable en el siglo XVI. La fachada oeste presentaba el portal de la Fira en el fin de Colón y se remataba en ángulo por la torre vers l’Alcalatén. En el sur, en Enmedio, estaba la puerta d’En Guardiola, después dels Gascons, y Mayor se abría en la muralla por la d’En Passanant, conocida como Portal de l’Om. Y frente al molí roder, en el ángulo SE, estaba la Torre Cantonera del Migjorn, después de El Roser.

Cronista oficial de Castelló

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