Política repugnante

Tras la terrible tragedia de la gota fría, por humanidad, lo primero sería, además de lamentar los muertos, ayudar a los vivos y tratar de conseguir la recuperación lo más rápido posible. Habrá que exigir las responsabilidades políticas y penales que, tras una investigación judicial, procedan. La utilización de la desgracia con fines políticos es repugnante y califica a quien lo hace. El sábado 9 de noviembre se celebró una manifestación convocada por diversas organizaciones de ultraizquierda, la mayoría subvencionadas por el Botànic, como protesta contra la descoordinación administrativa y política. Motivo justificadísimo, pero resulta que a la hora de la verdad solo fue para pedir la dimisión de Mazón, que ya no les daba tantas subvenciones.

Se olvidan de Pedro Sánchez, para mí y por lógica de escalafón, el máximo responsable, que ya recibió la repulsa del pueblo en Paiporta. Con esta manifestación de unos cuantos manipuladores y muchos manipulados, se trataba de tapar el ridículo que hizo no solo por su huida, también por su inculpación de grupos de extrema derecha que solo existían en su cabeza.

Porquería

Aquí sí que había grupos organizados de extrema izquierda que intentaron quemar el Ayuntamiento e hirieron a 34 policías. Es la batalla del relato, apoyada por sus voceros, que tratan de borrar lo de Sánchez echándole la porquería a Mazón, y ahora no toca. Entre banderas catalanas, republicanas y carteles, contra Mazón había uno, gracioso si no fuera patético, que exigía «la dimisión de los políticos, empresarios y medios». Más política, muy repugnante.

Notario y doctor en Derecho