Opinión | COSAS MÍAS

El encauzamiento del riu Sec

Una de las históricas barreras de la ciudad de Castellón la suponía el riu Sec, que, pese a su perenne estado de estiaje, había supuesto históricas inundaciones a lo largo de la historia de la ciudad. Las obras de su encauzamiento estuvieron cofinanciadas por el Ministerio de Medio Ambiente y la Unión Europea, a través de los fondos Feder, con un presupuesto cercano a los 50 millones de euros. Los trabajos abarcaron una longitud de casi 11 kilómetros desde el cruce de la autopista AP-7 hasta la misma desembocadura del río.

El proyecto, redactado por el ingeniero castellonense (nieto del que fuera alcalde de Castellón en los aciagos tiempos de la guerra civil) Juan Manuel Aragonés, en su época de director general de Obras Hidráulicas, se aprobó en 2003 y tuvo dos modificaciones que respetaron la zona del humedal, muy importante ecológicamente hablando. El alcalde Alberto Fabra fue quien inauguró la obra en el año 2007. El sector más amplio del soterramiento ocupa el subsuelo de la avenida dedicada al periodista Paco Pascual.

Otro secular obstáculo era el de la acequia Mayor que fue desviada a través de compactas tuberías subterráneas de poliéster de 1,20 metros de diámetro, por donde circula el agua a presión, desde la rotonda de la carretera de Almazora, al subsuelo del exterior la Ronda Sur, empalmando, finalmente, con los antiguos cauces de las acequias de Coscollosa y la Mayor, a la que, asimismo, vierte agua por medio de un sistema de válvulas.

Cronista oficial de Castelló

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