Desconfianza con base lógica

El anuncio de la Conferencia de los Presidentes de los gobiernos de España, del central y de los autonómicos, me recordó lo que suele pasar en las cumbres mundiales del clima. Y es que en estas reuniones medioambientales siempre existen dificultades para llegar a acuerdos y, si se alcanzan, por variadas razones no se cumplen. No obstante reconozco que son positivas en la medida que sirven para reflexionar y actualizar los objetivos imprescindibles y urgentes.

Bueno pues, algo así imaginé cuando conocí la celebración de la Conferencia de los Presidentes de los gobiernos de España. Pero, en todo caso, quiero dejar constancia de que algunas de las razones que provocaron mi desconfianza en la posibilidad de un acuerdo, no eran casuales.

Tenían base lógica. La primera estaba relacionada con el actual comportamiento del PP: me refiero a que, instalado en una confrontación poco fecunda, se niega a ejercer lo que es la política en el marco democrático. Es decir, a reconocer al otro, establecer un diálogo constructivo, presentar propuestas alternativas, etc. La segunda era la presencia de la jefa Ayuso: realidad que sabía que iba a coaccionar las decisiones de los presidentes del PP. Tan cierto que por sorpresa, con la intención de no justificar y poder criticar la quita de la deuda que le ha hecho el gobierno de España a Cataluña, les prohibió pedir y no aceptar (menos al País Valencià, por la dana) la quita de la deuda de las autonomías. Un perdón de la deuda que lo necesitan y es de justicia porque, en parte, no surge de la mala gestión sino de la histórica mala financiación que han sufrido algunas autonomías (no la de Madrid). Al final como les decía: ningún acuerdo con sustancia pero, al menos, se les ha visto juntos.

Analista político