Un castillo de naipes

Begoña Carrasco reina en Castelló, pero desconoce que es la reina de un castillo de naipes, levantado sobre la nada, adormeciendo con pan y circo a la población mientras vuelve a convertir el ayuntamiento en el colocódromo del Partido Popular.

Su proyecto para la ciudad es la nada, igual de vacío que está el del Nada Honorable President de la Generalitat, Carlos Mazón. El año que acaba de finalizar, el primero de gestión completa por ambos, está marcado por la tragedia de la dana de València, pero la nada ya existía antes de una catástrofe que aún nos tiene encogido el corazón.

Incapacidad

Carlos Mazón solo ha venido a Castelló a hacerse fotos con la reina del castillo, o a comer paella, y qué paradojas de la vida tiene que otra comilona el 29 de octubre marque el final de su carrera política. Dos vidas paralelas de influencers que tapan su absoluta incapacidad por gestionar los proyectos que necesita Castelló.

El Nada Honorable President ha cerrado 2024 con cero euros invertidos en siete grandes proyectos, presupuestados en 6,5 millones, como son el nuevo Hospital General, la Ronda Oeste, los nuevos conservatorios, el IES Vicent Castell, la ampliación del TRAM, el hub tecnológico de PortCastelló o el proyecto del antiguo edificio de Correos.

Y, ante este desprecio, ahí está la señora Carrasco, que no pinta nada en la Generalitat valenciana, que no reclama, que calla y que solo se preocupa por mantener como concejal al campeón de las multas, Cristian Ramírez, para sonrojo de la ciudad.

Portavoz del Grupo Municipal Socialista en el Ayuntamiento de Castelló