Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

Contra Franco

Suscribo el denominado Manifiesto contra Franco promovido por la Plataforma Libres e Iguales y firmado por más de 80 intelectuales, periodistas, escritores y representantes de la sociedad. Tenía 15 años cuando en la madrugada del 20 de noviembre de 1975 el dictador murió en la cama. A las 6.20 horas, alertado por la noticia recibida a través del transistor, salté de la cama y corrí a la cocina dando saltos de júbilo hasta llegar a la nevera de donde cogí una botella de sidra (no había champán) y la descorché en plan celebración. Horas después, cuando hablaba en un corrillo de estudiantes, estuve retenido y amenazado por un agente de la entonces conocida Brigadilla de la Guardia Civil. A partir de ahí tuve la suerte de vivir de forma activa, primero en las aulas y después en las redacciones, el proceso de libertades públicas jamás conocido en la historia de este país, ejemplar en todo el mundo occidental. Ahora, hago mías las palabras rubricadas, entre otros muchos, por Nicolás Redondo, Andrés Trapiello y Fernando Savater: «Hacemos un llamamiento a la ciudadanía, y en especial a las fuerzas políticas, a boicotear cuantos aquelarres promuevan en torno a Franco aquellos que dicen celebrar la libertad echando mano de la discordia».

Al espantajo de Franco le quedan 99 actos durante este año, en el intento de acrecentar la división entre españoles, fruto del taimado tacticismo de Pedro Sánchez. Como dice el Manifiesto: «Los españoles ya estamos reconciliados». El pacto fue la Constitución del 78, ahora denostado por el sanchismo.

Periodista y escritor

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