Opinión | A FONDO
Vila-real no puede quedar atrás
Arranca un nuevo año, y con él la oportunidad de reemprender el camino hacia un futuro más próspero para Vila-real. Como alcalde de nuestra ciudad, me siento más comprometido que nunca, especialmente ahora en un momento de inestabilidad e incertidumbre que no podemos obviar. Sin presupuestos en España, sin presupuestos en la Comunitat Valenciana. Si ya es difícil para Vila-real cuadrar cuentas con los continuos mazazos de la herencia del urbanismo del PP, ahora más.
La esperanza no es solo un ejercicio de optimismo; es, sobre todo, una mezcla de confianza y acción. Vivimos en un entorno globalizado y la competencia es feroz. Sagunto, la Vall d’Uixó, Onda, Burriana, Almassora, Castelló... nuestros municipios vecinos están en un desarrollo industrial que nos exige cooperar más que nunca, pero también competir desde nuestras posibilidades. Sin perder de vista lo que somos, lo que tenemos y lo que queremos para nuestra ciudad.
Contamos con una población histórica de 52.505 habitantes y un territorio limitado por barreras físicas como la N-340, la vía del tren, los dos ríos y la AP-7. En un contexto así, uno de los principales desafíos será generar más suelo industrial y, al mismo tiempo, mejorar el que ya poseemos. Reinventar nuestro comercio y agricultura y apoyar más a estos sectores. Nos enfrentamos a un reto estructural, pero también a una gran oportunidad de futuro: el proyecto del área residencial del Madrigal. Un área clave para nuestro crecimiento, conscientes de la necesidad de vivienda, que debemos cuidar y gestionar con prudencia, protegiendo, además, el entorno que tanto valoramos, nuestro río Mijares y nuestra Ermita y Termet de la Mare de Déu de Gràcia.
Cada paso debe ser medido, porque el progreso solo es posible con equilibrio. Sabemos lo que queremos para Vila-real: una ciudad solidaria, inclusiva, de oportunidades, sostenible e innovadora, que ofrezca oportunidades de trabajo y calidad de vida. Así lo pactamos de forma histórica en nuestra Agenda Urbana, aprobada en 2022, con 68 proyectos y planes.
Corazón de pueblo
La alianza con la sociedad civil seguirá siendo uno de nuestros pilares, porque si hemos logrado ser la ciudad que somos, que crece, que innova, es porque no olvidamos de dónde venimos: nuestro corazón de pueblo.
Sin embargo, el arranque de este año no puede estar marcado solo por el optimismo. En los últimos meses he practicado un absoluto respeto y lealtad institucional con la Generalitat valenciana, particularmente con el president Carlos Mazón, pero la falta de respuesta a nuestras demandas ha sido una de las mayores decepciones que he vivido en mi mandato. Vino en abril y nada de lo que se comprometió ha cumplido. Ya incluso entendimos que ahora la prioridad es la dana.
Cumplí, como quedamos, con el acuerdo de retirar el litigio relacionado con la Dirección General de Innovación, confiando en firmar un convenio en esta materia. Mazón se comprometió a financiar intervenciones urgentes como las dos habitaciones de respiro en la residencia y centro de día de discapacitados. Pero no ha cumplido. Y lo peor no es esto, sino la sensación de haber sido engañados. Viendo su no gestión con la dana empezamos a comprender.
La Generalitat ha fallado en sus compromisos. Mientras en la capital, Castelló, se anuncian a bombo y platillo, con visita institucional y foto incluida, inversiones millonarias, en Vila-real seguimos esperando soluciones a problemas básicos, que hemos tenido que asumir desde el Ayuntamiento. No podemos tolerar esta situación.
Lastre
La inestabilidad política que ha caracterizado al gobierno autonómico (con tres gobiernos en año y medio) ha sido un lastre para el desarrollo de nuestras ciudades. Sin embargo, la paciencia se acaba, y ya no podemos seguir permitiendo que se maltrate a nuestra ciudad con la colaboración del Partido Popular de Vila-real.
Por ello, en este 2025, el gobierno de Vila-real tendrá un tono reivindicativo y exigente. Reclamaremos lo que es justo para nuestros ciudadanos y ciudadanas, tanto en el ámbito político como en los tribunales si es necesario. Exigimos que la Generalitat asuma sus competencias, porque los problemas sociales no pueden esperar más, y las personas que dependen de una administración responsable no pueden ser abandonadas.
Cantaba Golpes Bajos malos tiempos para la lírica. Se avecinan meses difíciles. No me asustan: no he conocido hora buena desde que tomé posesión como alcalde de Vila-real en 2011, siempre con el lastre de empastres urbanísticos, corrupción y ruina económica de la herencia del PP de Vila-real. Y de cada dos o tres años, crisis: financiera, el covid, la guerra de Ucrania, la dana… Pese a todo, hemos demostrado que con respeto, prudencia y esfuerzo se pueden superar las dificultades y avanzar. El conocimiento de mi ciudad, la experiencia en la gestión y la estabilidad política con el nuevo gobierno de la Llum de Tol son fortalezas que nos ayudarán para que, juntos, Vila-real siga avanzando.
Alcalde de Vila-real
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