Opinión | COSAS MÍAS

Concurso trasatlántico

Tengo el honor, la satisfacción y la alegría de llamarme amigo íntimo del maestro Ramón Tebar, uno de los más prestigiosos directores europeos y, sin duda, una figura eminente en los podios más importantes de Estados Unidos. El pasado domingo gocé de una retransmisión extraordinaria televisiva, de la final de la 11th Chopin Piano Competition USA, por el benemérito canal Youtube, que él condujo. Cuatro finalistas, a cuál mejor, en su mayoría orientales, dieron muestra de mecanismos impecables, fraseo exquisito, sonoridad con ecos y, sobre todo inspiración, para enfrentarse a los hermosos dos conciertos para piano de Chopin, más la Polonesa fantasía, en solitario.

Música histórica

Da gozo ver cómo artistas tan jóvenes y con tanto nivel, aún apuestan por la música histórica, que es uno de los grandes legados de la cultura a la humanidad. Tebar se acopló a las exigencias y estilos de cada concursante para ofrecerles, al frente de su orquesta titular de Florida, un acompañamiento, tan preciso como inspirado, dejándoles frasear y expresar a piacere.

Fue un acontecimiento mundial de primer orden, que mereció la pena contemplar, con una retransmisión videográfica esmeradísima y precisa, en sonoridad, planos y visualización. Es vere dignum et iustum reseñar la atención de la batuta en pro de concursantes e instrumentistas, acoplándose a los estilos y caracteres interpretativos de cada uno. Una verdadera labor de orfebre del sonido, en la labor concertante, batuta en mano. No es fácil. Lo sé. Y encima, hizo arte.

Cronista oficial de Castelló

Tracking Pixel Contents