Opinión | A FONDO

Unas fiestas especiales

Tras las fechas navideñas, el mes de enero nos marca en el calendario la celebración de nuestras fiestas patronales en las que honramos a los patrones de nuestra ciudad, San Antonio Abad y Santa Águeda. Durante estos días, Benicàssim se transforma llenando sus calles de vida, devoción y alegría. Diez días en los que rendimos homenaje a nuestras costumbres, raíces y tradiciones, reflejo de nuestra rica historia.

He vivido desde niña estas fiestas, y cada año siento la misma emoción con el traslado del estandarte del santo que anuncia la fiesta, el fuego purificador de las hogueras y la Nit de la Coqueta, que, con sus carrozas y carros engalanados, nos transportan al pasado mostrando oficios antiguos, estampas típicas casi olvidadas y los rincones más emblemáticos de Benicàssim, recordándonos que somos una ciudad que crece, evoluciona y avanza, sabiendo muy bien de dónde viene. Esa noche, la bendición de los animales y la recogida del típico dulce local, son el preámbulo perfecto para un día grande en el que la fe de los benicenses saldrá a la calle para honrar y procesionar junto a sus patrones y ofrendar flores a Santa Águeda, dando paso a diez días de actos lúdicos, marcando vivencias que poder compartir con familiares, amigos y todas aquellas personas que nos visiten.

Porque las fiestas de San Antonio y Santa Águeda no son unas fiestas más, son un verdadero patrimonio cultural de tradiciones arraigadas, que preservan nuestras costumbres y ensalzan nuestras raíces, esas que han perdurado a lo largo de los años en perfecto equilibrio entre lo que fuimos y lo que hoy somos, demostrando que las tradiciones, si se conocen, se cuidan y se quieren, pueden evolucionar y adaptarse sin perder su esencia. Por ello quiero reconocer el trabajo de todos aquellos que, con esfuerzo, cariño y dedicación, contribuyen a que nuestras tradiciones, els nostres arrels, se mantengan vivos y presentes. Así como también a quienes, desde la comisión de fiestas, desinteresadamente y con mucha ilusión, dedican su tiempo en la organización de un programa de fiestas, donde todos y todas, tienen cabida.

Orgullo

Me siento orgullosa de pertenecer a esta tierra, fuerte, generosa y hospitalaria; una tierra próspera desde sus orígenes, que nació agrícola, ganadera y también marinera, donde hemos sabido preservar nuestras tradiciones, generación tras generación, mostrando con orgullo nuestras raíces y la devoción por nuestros patrones, al tiempo que hemos ido labrando nuestro propio futuro con valentía, esfuerzo y dedicación.

Por ello, las fiestas que celebramos en honor de San Antonio Abad y Santa Águeda son nuestra máxima expresión, las que nos permiten conocer nuestra identidad como pueblo y revivir con orgullo nuestra historia, recordándonos el vínculo profundo que nos conecta con nuestra tierra para que sepamos apreciar el valor de ese tesoro natural que poseemos, que es nuestro entorno, el mejor de los regalos y que, entre todos, tenemos la responsabilidad de cuidar y preservar.

También la de honrar la vida de nuestros santos patrones, pues de San Antonio Abad celebramos su valiosa enseñanza, perdurada a lo largo de los siglos, como es proteger la naturaleza y velar por el bienestar animal. Y de Santa Águeda, patrona de todas las mujeres, esa fuerza, el valor y coraje que nos caracteriza. A ambos, y este año de manera especial, les pedimos que vuelvan su mirada hacia nuestros pueblos hermanos de la provincia de Valencia, afectados por una dana sin precedentes, para ayudarles en una rápida y pronta reconstrucción.

En nuestras fiestas también les tendremos presentes. Queremos que sientan nuestro ánimo aliento, cariño y que sepan que vamos a seguir apoyándoles en la recuperación de sus pueblos. Porque los vecinos y vecinas de Benicàssim llevamos en el alma la voluntad de ayudar y el deseo de avanzar juntos en su reconstrucción, que es la de todos.

La jornada de las paellas

Gracias a la colaboración del Grup Viure de Benicàssim, este espíritu solidario brillará especialmente en uno de los días más esperados de nuestras fiestas, el Día de las Paellas, cuando Benicàssim une a toda nuestra provincia y atrae a miles de personas en una celebración esperada y declarada ya de Interés Turístico y que este año tendrá un propósito aún más especial, porque la recaudación integra del tradicional almuerzo popular y de la leña utilizada para el millar de paellas que se elaborarán por los vecinos, irá íntegramente destinada a familias afectadas por la devastadora dana.

Mostraremos nuestro lado más solidario porque somos un pueblo que no solo celebra, sino que también comparte, demostrando una vez más que tenemos un gran corazón que late con fuerza por quiénes más nos necesiten. Gracias a todos por ser un ejemplo de humanidad y solidaridad y sigamos mirando hacia adelante.

Alcaldesa de Benicàssim y senadora

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