Opinión | A QUEMARROPA

Guerra cultural

El nuevo gobierno de los Estados Unidos le ha declarado la guerra, culturalmente hablando, claro está, a la ideología woke. Este término tiene una pésima traducción al castellano, por lo que a veces resulta difícil explicar de qué se trata. Lo más parecido que encuentro podría ser el término «pensamiento Alicia». Recuerden que el pensamiento Alicia no fue otra cosa más que aquella extraña forma de pensar de Zapatero, por la que lo bonito primaba sobre lo práctico, sobre lo justo y lo bueno. El pensamiento Alicia cuajó en muchas cabezas. Valores tradicionales como la justicia, el esfuerzo, el tesón, el sacrificio, el empeño y el ahínco, la ambición (siempre en su justa medida, claro), la inteligencia o la generosidad quedaron relegados a un segundo plano. Lo bonito era lo que primaba. Lo bonito, lo dulce, lo suave, lo esponjoso y, en definitiva, el algodón de azúcar mental, marcaron y delimitaron el sistema de valores zapateril, primero, y podemita, después.

Gran parte de la sociedad española, y de la occidental en general, se ha infantilizado durante la última década, y de ese modo se ha vuelto cruel, déspota y autoritaria, como suele suceder con los niños malcriados. La infantilización de los adultos trae estas cosas.

Trump ha cogido el toro por los cuernos y ha decidido poner fin a esta situación. El expresidente Biden y sus acólitos, durante los últimos cuatro años, actuaron como aquí hizo ZP. Infantilizaron la forma de pensar de muchos ciudadanos y la estulticia se volvió un valor a tener en cuenta. Veremos en qué acaba todo esto.

Escritor

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