Opinión | A QUEMARROPA

Puente en Castellón

El ministro de Transportes acudió el viernes pasado a impartir una conferencia al Grao de Castellón. Para mi sorpresa, y la de otros asistentes con los que charlé, no vino a polemizar ni a zascandilear, sino a informar sobre las obras que se están realizando en la provincia y en el resto del arco mediterráneo. Estuvo ágil, elocuente, fue dinámico, instructivo y muy educado. Nada que ver con la imagen bravucona que transmite en sus redes sociales. Actuó como un ministro del Gobierno, no como un kamikaze político, y me gustó. Lo reconozco, me gustó.

Por ponerle un pero, y uno de consideración, no supo o quiso decir cuándo acabarán los problemas que sufre el tren de cercanías entre Valencia y Castellón.

Perfil institucional

Al acto asistieron Begoña Carrasco y Sergio Toledo, lo que redundó en la consolidación de su perfil institucional. Fueron los únicos políticos populares que acudieron a la cita. Por parte socialista destacó por su simpatía la diputada en el Congreso Susana Ros, uno de los políticos más queridos de la provincia, mérito que se ha ganado a pulso. También se mostraron muy afables Rafa Simón y Merche Galí, quienes estuvieron muy activos, charlando con propios y extraños, durante toda la mañana. Tania Bañosy Samuel Falomir, nombres muy en boga estas últimas semanas, tampoco faltaron a la cita, mostrando su satisfacción por cómo había discurrido el evento. Ojalá la política española fuera siempre así. Ojalá los ejemplos de gestión, la institucionalidad y la buena educación primaran siempre.

Escritor

Tracking Pixel Contents