Opinión | EDITORIAL

Algo más que un invento

El expresidente del Gobierno Mariano Rajoy y el que fuera su ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, comparecieron ayer en el Congreso de los Diputados en el marco de la comisión de investigación sobre la operación Cataluña. Esta comisión, constituida como parte de los acuerdos entre el PSOE, ERC y Junts per Catalunya para la investidura de Pedro Sánchez en 2023, pretende esclarecer las presuntas maniobras parapoliciales y el uso indebido de recursos públicos por parte del Gobierno español, en particular del Ministerio del Interior bajo el mandato de Fernández Díaz, promovidas con el objetivo de desprestigiar y de frenar al movimiento independentista catalán y en la que supuestamente habrían estado implicados altos cargos y mandos policiales que habrían llevado a cabo operaciones encubiertas, habrían fabricado informes falsos y habrían propiciado filtraciones sobre dirigentes independentistas con el ánimo de dañar su reputación.

Grabaciones

Las sospechas de la existencia de esta trama parapolicial tienen su origen en las grabaciones de unas conversaciones entre el exministro y el antiguo director de la Oficina Antifraude de Cataluña, Daniel de Alfonso, publicadas en 2016 en las que se insinuaba la existencia de una estrategia orquestada contra el independentismo, y en declaraciones del excomisario de la Policía Nacional, José Manuel Villarejo, supuestamente uno de los cerebros y artífices de la trama, ofreciendo detalles sobre el operativo y llegando a afirmar que fue una iniciativa respaldada por el expresidente del Gobierno, ejecutada por el ministro y que habría contado con el apoyo de figuras clave del partido como la entonces secretaria general, María Dolores de Cospedal, aunque estas acusaciones nunca hayan sido ni probadas ni avaladas documentalmente.

En su comparecencia Fernández Díaz ha desmentido la existencia de la supuesta trama calificándola de invento, ha refutado la existencia de una «policía patriótica» tildándola de eslogan e incluso ha negado haber despachado con el comisario José Manuel Villarejo a propósito de la presunta trama parapolicial, a pesar de la existencia de audios que confirmarían lo contrario, que ha atribuido a la inteligencia artificial, y ha limitado su relación a encuentros casuales en actos públicos. Rajoy, por su parte, ha negado tener conocimiento o haber estado implicado la trama y ha tratado de desvincularse de las acciones del Ministerio del Interior y de la policía, al tiempo que ha defendido su actuación política al frente del Gobierno respecto al desafío independentista, en particular la aplicación del artículo 155 de la Constitución tras la declaración de independencia que sucedió al referéndum del 1 de octubre de 2017, y afirmando que la única operación Cataluña fue la de los líderes independentistas que acabó con sus condenas.

Indicios

La comisión de Investigación difícilmente servirá para esclarecer los hechos y para dirimir responsabilidades, pero lo cierto es que, a pesar de lo que digan Rajoy y Fernández Díaz, hay indicios suficientes como para considerar que la operación Cataluña no es un mero invento y que desde el Gobierno de España no solo se promovieron acciones legales para combatir las ilegalidades en las que incurrió el independentismo, sino que incurrió en sus propias actuaciones fuera de la legalidad. Y eso es algo que un Estado de Derecho no puede tolerar.

Tracking Pixel Contents