Opinión | TRIBUNA

Mujeres en primera línea

Lo vimos con la dana. Mujeres reconstruyendo hogares, calles, colegios y ayuntamientos. Mujeres movilizando y levantando una comunidad

En la avenida 1 de mayo de Paiporta y en la Plaza de Mayo de Buenos Aires. En la estación de Jesús en Patraix. En el barrio vigués de Lavadores, en los balcones con sábanas blancas de Palermo, en la lucha indígena por el medio ambiente en Centroamérica o en un autobús en la Alabama de los años 50. Cierro los ojos y veo un hilo que conecta las historias de mujeres con independencia de sus coordenadas históricas o geográficas.

Sobre ellas se construye un 8 de marzo que es atemporal y universal.

En todos esos episodios aparecen ejemplos de mujeres en primera línea de reivindicaciones casi imposibles, con un viento en contra que delata las múltiples capas de vulnerabilidad y victimización que enfrentan con una generosidad con la que se acaban obrando cambios que transforman la sociedad.

Para cambiar una sociedad, antes debe cambiarse un barrio, una ciudad, una conciencia colectiva.

«I en eixe context arriba una mestra rebel, decidida, valenta

La infància en disputa és conquesta

El dictador mor, es comenta».

Mucho antes que convertirse en canción, en libro, en el nombre de una avenida dignificada, hay una lucha invisible que parte de cero.

Lo vimos con la dana. Mujeres reconstruyendo hogares, calles, colegios y ayuntamientos. Mujeres movilizando y levantando una comunidad. En cada municipio visitado desde que la mayor tragedia cambiase la vida del pueblo valenciano me he encontrado una constante: a mujeres en primera fila del abrazo, del rescate, de la reconstrucción.

De la exigencia de Justicia sin la que es imposible poder encontrar paz y mirar hacia el futuro.

No hace falta recordar que se asiste a una lucha que es doble, porque ante cada crisis, en cualquiera de sus formas, sea política, sanitaria, bélica o económica, la lucha feminista nos recuerda una vulnerabilidad sistémica, abordada con historias cosidas a base de resiliencia, solidaridad, empatía, coraje, innovación y justicia social.

Lodo

Con la dana hemos visto la respuesta de las mujeres en todos los ámbitos. La seguridad, en las horas de mayor drama y necesidad. En el comercio, levantando negocios y recomponiendo el tejido económico y social de los pueblos. También aplicando soluciones desde la ciencia y la tecnología para acelerar las tareas de limpieza. Periodistas defendiendo el derecho a la información contra el espeso lodo de los bulos y las fake news. Mujeres preservando las tradiciones locales y expresiones culturales. La vitamina emocional de pólvora y pasodobles. Y mujeres encabezando manifestaciones implorando Justicia por sus familiares.

La respuesta de las mujeres valencianas ante la dana se estudiará en los libros de historia. Junto a la rebeldía de las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo, junto a la revolución de las sábanas blancas contra la mafia en Palermo, inmortalizada con las fotografías de Letizia Battaglia. Junto a la indignación de las madres coraje gallegas que rompieron el silencio para señalar a los capos de la droga. A las mujeres valencianas de la dana se las recordará en el mismo episodio que a Berta Cáceres. Su lucha conectará para la eternidad con las mujeres familiares de las víctimas del metro del 3 de julio.

Nuestra misión, como Gobierno, será atender su ejemplo, su silencio y su clamor. Nos toca estar a su altura.

Delegada del Gobierno en la Comunitat Valenciana

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