Opinión | EDITORIAL
Europa, ante la incertidumbre
La cumbre europea que se celebró el jueves contó con un convidado de piedra: la incertidumbre. ¿Qué va a ocurrir tras el acercamiento de Donald Trump a Vladímir Putin? ¿Qué consecuencias va a tener este movimiento, de confirmarse, en el orden que ha regido las relaciones internacionales en los últimos 80 años? ¿Estamos ante un giro que puede dar alas a las pretensiones expansionistas de Putin? ¿Es posible llegar a una guerra en Europa, si Rusia se siente envalentonada por las concesiones que vaya a hacerle Estados Unidos? Estas y otras preguntas dieron muchas vueltas a la mesa del Consejo. La preocupación era compartida por todos, a excepción del húngaro Viktor Orbán, alineado con las posiciones de Moscú y Washington, y los países más afectados por la amenaza rusa llamaron a prepararse para un conflicto que ven más que probable. La presidenta de la Comisión dejó de lado el lenguaje blando con el que la Unión Europea suele expresarse y recurrió al dicho según el cual la única forma de asegurar la paz es prepararse para la guerra. Como es lógico, las opiniones públicas europeas han recibido la propuesta de un rearme continental con alarma, y una convicción desigual sobre si hay que tomarse en serio las amenazas.
Tiene razón el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al afirmar que ante esta incertidumbre, Europa es una certeza. Una opinión compartida por el Partido Popular y por la mayoría de las fuerzas políticas del parlamento y de la que solo se desmarca abiertamente la extrema derecha que sigue apegada a los mensajes disruptivos que llegan de Washington. Sin embargo, esta certeza solo se transformará en activo si la UE es capaz de actuar con unidad, y con la celeridad con la que llevó a cabo la guerra contra la pandemia. En ese sentido, de la cumbre se desprenden decisiones importantes sobre los medios económicos puestos a disposición del plan de rearme propuesto por Von der Leyen, o la compra conjunta de armamento que deberá recaer principalmente en los países europeos y en terceros países. Parece positivo que el Consejo haya empezado a abordar la necesidad de disponer de un Ejército capaz de ser una fuerza disuasoria si el paraguas transatlántico deja de desempeñar su papel. Europa debe mostrarse fuerte, decidida, capaz de aplicar sus habilidades tecnológicas a la constitución de una fuerza armada que pueda plantar cara a las amenazas de Putin, a las que puedan proceder del flanco sur y a la deriva estratégica de Trump.
Equilibrios
La posición española parece razonable, pero Sánchez tendrá que hacer equilibrios para evitar la ruptura con sus socios de Gobierno. Actitudes como las adoptadas por Sumar y, sobre todo, algunos de sus componentes, han vuelto a demostrar que en España existe un pacifismo histórico que se sigue oponiendo a todo rearme. Y no parece que los malabarismos semánticos que ha utilizado el presidente para llamar de otra manera al rearme propuesto por la Comisión Europea sirvan para capear este rechazo. Más grave e incomprensible es la falta de entendimiento entre el PSOE y el Partido Popular. Máxime cuando conservadores y socialdemócratas alemanes han sido capaces de ponerse de acuerdo en el Bundestag, incluso antes de formar gobierno. Resulta lamentable y preocupante que la polarización política impida hablar en serio, en España, de amenazas vitales para la Unión Europea.
- Directo: Castellón empieza a recuperar la luz tras el histórico apagón
- Apagón histórico que deja sin luz a España y media Europa
- Emergencias recomienda suspender clases en toda la Comunitat el martes pero abrir los centros
- El apagón, en directo: Sánchez comparece tras el apagón que se prolongará 'de 6 a 10 horas
- Colas en la N-340 por un aparatoso incendio en una gasolinera de Vila-real
- Adiós a la persiana, Ikea tiene la tendencia que cada vez copia más gente
- El 'boom' por el fitness no cesa y otro gimnasio aterriza en Castellón
- Aviso de Hacienda: prohibido hacer estos pagos en efectivo a partir de ahora, aunque sea en varios pagos