Opinión | EL TURNO

Castellón

Pocas luces

Acaba de empezar la primavera, y lo hace intentando huir del mal tiempo. En estas últimas semanas, en nuestra provincia, ha habido más lluvia que en Galicia y menos horas de sol que en Londres, Munich o París. Está demostrado que la falta de horas de sol tiene un impacto significativo en la salud, tanto a nivel físico como mental. La luz solar es fundamental para que nuestro cuerpo produzca vitamina D, necesaria para mantener los huesos fuertes y el sistema inmunológico saludable y la privación de esta conlleva a deficiencias en esta vitamina. La luz regula nuestro ritmo circadiano, que controla las fases de sueño-vigilia y menos luz puede causar alteraciones en el sueño o sensación de cansancio físico.

A nivel anímico, la luz solar influye en la producción de serotonina, un neurotransmisor que ayuda a regular el estado de ánimo, la sensación de bienestar y la energía. Una menor exposición a la luz solar puede reducir los niveles de serotonina, lo que podría contribuir a sentimientos de tristeza, aflicción o abatimiento. Con menos sol, algunas personas pueden experimentar síntomas de depresión estacional o trastorno afectivo estacional, pudiendo afectar a la energía general y a la concentración, haciendo que algunas tareas se sientan más pesadas. Así, y mientras el Rey Sol no comparezca con las horas a las que nos tiene acostumbrado, algunas estrategias útiles para mitigar estos efectos incluyen salir al exterior durante las horas de luz, usar lámparas de fototerapia que emulen la luz solar, practicar ejercicio al aire libre e intensificar las relaciones sociales.

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