Partida de ajedrez

La política valenciana se parece cada vez más a una partida de ajedrez. Todos los partidos del arco parlamentario deberían estar colaborando en la recuperación de las zonas afectadas por la dana. Pero no es así. En lugar de eso, andan a la greña. Como siempre. Nada nuevo bajo el sol. Seamos sinceros, ninguno de nosotros esperaba nada más, ni nada menos. Intuíamos que iban a actuar de este modo. Nos daba tanto asco y tanta pena que quisimos creer, al menos durante un par de semanas, que serían capaces de hacer otra cosa. Pero no. La triste realidad se ha impuesto.

En este escenario de enfrentamiento permanente entre derecha e izquierda, entre gobierno y oposición, los dos bloques se dedican a jugar al ajedrez. Carlos Mazón es la pieza a cobrar por la oposición. Baldoví y Morant ya creían haber acabado con él. Desde luego están echando el resto, tanto en los platós de televisión como en los periódicos y las radios. Incluso han intentado tomar la calle y las redes sociales, terrenos mucho más difíciles de dominar. Pero en el momento final, en el instante decisivo, el alicantino se les ha escapado. Ha ejecutado un movimiento sorprendente y ha dejado a Baldoví y Morant estupefactos. Anonadados. Los ha pillado con el paso cambiado y ha sobrevivido. Quién sabe si una semana más, un mes o lo que resta de legislatura. Creo que eso lo decidirán Abascal y Feijóo.

Y entre tanto, aquí estamos los demás. El pueblo. La gente. Asistiendo a un espectáculo bochornoso. Contemplando la vergüenza de las vergüenzas.