Opinión | LA RUEDA

Los ‘incels’

La serie Adolescencia se ha convertido en un fenómeno global. Alabada por la actuación de sus protagonistas, en escenas rodadas en una sola toma, y también por su guion, trata sobre un adolescente británico de 13 años que es detenido después de que una compañera de su escuela fuera asesinada.

Entre los temas que trata esta producción de la plataforma Netflix, está la masculinidad tóxica, la ciberviolencia y el mundo de los incels.

El término, acrónimo de la expresión inglesa involuntary celibate (que significa literalmente «célibe involuntario»), se refiere al grupo de personas, predominantemente hombres, que se ven incapaces de tener una pareja o una relación sexual, a pesar de desearlas.

Aislamiento y rechazo

Su incapacidad para formar relaciones con frecuencia les genera desesperanza, mientras experimentan sentimientos de aislamiento, rechazo y baja autoestima.

Además, las normas sociales y culturales que idealizan (ciertos estándares de belleza y el éxito romántico) exacerban estos sentimientos que experimentan, haciendo que se sientan aún más marginados.

Las plataformas de internet donde los incels interactúan son un refugio para ellos, pero también un espacio donde se refuerzan sus narrativas negativas, fomentando la victimización y el resentimiento, especialmente hacia mujeres y hombres con éxito en el ámbito romántico, intensificando y perpetuando unas creencias dañinas.

Actos violentos en la realidad

Este movimiento virtual, que generaliza el odio fundamentalmente hacia la mujer, ha llegado a desembocar en actos violentos en la vida real. 

Y es que el uso de las redes por parte de los menores requiere de un control por parte de los adultos, al ser un sector muy vulnerable que está en el proceso de construir su identidad. 

Y, sin un sostén familiar adecuado, es fácil que las redes sean una peligrosa puerta de entrada a la violencia.

* Carlos Hidalgo es psicólogo clínico (www.carloshidalgo.es)

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