Opinión | LA COLUMNA

Los libros son para leerlos

Se celebra el Día del Libro. El autor del libro que marca la jornada, La península de las casas vacías, se llama David Uclés. Le preguntan por sus emociones ante los tenderetes cargados de libros (se demostrará que no incurrimos en redundancia inconsciente al repetir por tres veces la palabra libro, y ahora cuatro). Responde el escritor del libro de moda:

-¿Os acordáis de la película Origen?

Fantástico, la defensa de la literatura ya solo puede emprenderse desde el cine, por lo menos eligió la obra de un director que aboga por el consumo de películas en salas. Aunque sus autores parecen olvidarlo, el libro constituye desde Jehová la vía sagrada del acceso a la cultura. El esteta Walter Pater sentenciaba que «todo el arte tiende a la condición de música», pero se equivocó, las artesanías sonoras también desembocan en el libro o libreto.

Al remitir la experiencia del libro al cine, los autores reniegan de la defensa de sus lectores, los condenan al audiovisual. De ahí la urgencia de recordar que los libros son para leerlos, perdón por la pésima redacción, elegida para concordar con la sintaxis descabezada que domina la producción actual. Los industriales presumen de que el miércoles vendieron un millón largo de volúmenes. Si cada uno de estos objetos fuera consumido por un solo lector, las calles, plazas, terrazas y ventanas entre visillos se anegarían de personas con los ojos hundidos entre las páginas. Ustedes mismos.

Compromiso

Comprar un libro es un compromiso con nuestra mala conciencia, con un instinto atávico que no logramos rescatar. Dios sabe que leeré El loco de Dios en el fin del mundo de Javier Cercas de cabo a rabo, pero el escepticismo obliga a dudar de que su tratado de teología pueda competir con The White Lotus, igual de moroso pero con sexo incluido. En el capítulo mayorista, la vergüenza de retirar El odio tras no conseguir que los jueces la prohibieran, demuestra que las editoriales más campanudas no creen en su materia prima. El lector se ha quedado a solas. Es la mejor situación psicológica para leer.

Periodista

Tracking Pixel Contents