A mi yo de hace 23 años

Hace apenas unos días había jurado por primera vez el cargo de alcalde de Peñíscola, era el 30 de abril del año 2002, y enfilábamos el último año de una legislatura en la que pactamos acceder a la alcaldía precisamente así, en el último año de mandato.

Tras ese primer año en el que yo encabezaba el proyecto del Partido Popular llegarían unas nuevas elecciones en las que nuestra candidatura ganaría por mayoría absoluta, multiplicando los tres concejales que obtuvimos en el mandato anterior; la primera de seis elecciones ganadas por mayoría de forma consecutiva.

¿Cómo íbamos a imaginar que así se sucederían los años?

Era imposible de predecir, pero lo hicimos, lo conseguimos con un equipo joven e ilusionado, ansioso por trabajar y mejorar nuestra ciudad. Un equipo que ha ido incorporando y sumando esfuerzos con nuevos integrantes pero siempre respaldado y sustentado en los pilares que, hoy día, siguen siendo fundamentales para nuestro proyecto de ciudad.

Trabajar duro

Al Andrés de entonces le diría que valían la pena todos y cada uno de los desvelos, que confiase en su equipo y en él mismo, que la respuesta a cada duda estaba en los propios vecinos y sus necesidades, sus propuestas; que no había nada por inventar sino que había que trabajar duro por defender y reivindicar aquello que era justo para la ciudadanía y que siguiese confiando en que hacer lo correcto siempre respondía a hacer lo mejor para Peñíscola.

En 23 años he podido vivir muchas situaciones y muy distintas, enfrentado desafíos y celebrado la consecución de objetivos comunes junto a mis vecinas y vecinos y sigo con la ilusión y el compromiso intactos por seguir haciéndolo.

A mi yo de hace 23 años le diría que luchar por lo que uno cree y por mejorar la vida de las peñiscolanas y peñiscolanos vale la pena, lo mismo que me digo aún en el día de hoy.

Porque no hay honor más grande que trabajar por mejorar mi pueblo, no hay orgullo mayor que representar al pueblo que define quien soy.

Alcalde de Peñíscola