Opinión | A FONDO

La realidad del parque acuático

La Vall ha sufrido mucho con el tema de la piscina de Sant Josep. Por eso merecía una solución definitiva y no los parches que se habían puesto hasta ahora. Y por eso acabamos de presentar el proyecto del nuevo parque acuático y hemos anunciado que en unos días comenzará el proceso de licitación de las obras. Esto transformará el Paratge de Sant Josep, con un complejo de más de 5.000 m² que esperamos estrenar en el verano del 2026.

Este proyecto está cerca de ser una realidad, pese a que el PP no haya votado a favor de él en el pleno municipal. Resulta paradójico e incomprensible que quienes pedían de forma reiterada una solución paras las piscinas de Sant Josep ahora no voten a favor del proyecto de recuperación. Ni tampoco han presentado ninguna alternativa a la del gobierno. Se conforman con el no por el no, sin hacer ninguna propuesta. ¿Será que les ha entrado el miedo porque saben que en un año la Vall podrá disfrutar del parque acuático que merece la ciudad?

Porque esta historia hay que explicarla bien. Venimos de un problema histórico, porque alcaldes de todos los colores políticos han reconocido que desde su construcción las piscinas perdían agua. Esto ha conllevado que en diferentes épocas se hayan hecho parches para tratar de arreglar las filtraciones y las fugas. El punto álgido de esta situación se produjo en 2014, con un PP nervioso a falta de un año para las elecciones municipales. Hacía entonces dos años que la piscina estaba cerrada por pérdidas de agua. Sin hacer ninguna obra ni reparación, como si la piscina fuera a arreglarse por arte de magia, privatizaron el servicio entregando una piscina rota.

En 2015 entramos al gobierno y comenzó un largo camino de problemas con la empresa que prestaba el servicio, con procesos judiciales que desembocaron en el cierre de la piscina y sin que el Ayuntamiento pudiera acceder a ella.

Para recuperar las instalaciones y darles una solución definitiva se llegó a un acuerdo para poner fin a los procesos judiciales y en 2023 se inició un debate y un periodo de reflexión para decidir qué hacer con la piscina de verano. ¡Esto es lo que tendría que haber hecho el PP en 2014 y no intentar sacar rédito electoral a costa de los intereses de la Vall, privatizando y reabriendo una piscina que no estaba en condiciones!

Ser valiente

Como alcaldesa sé que es duro presentarse a unas elecciones con una piscina cerrada. Yo lo he hecho, pero porque no quería otro parche que siguiera perjudicando a la Vall. En política hay que ser valiente y pensar en el largo plazo y en el beneficio de la ciudadanía. Y eso el PP todavía no ha sabido verlo, porque aun proponiéndoles una solución definitiva están en contra de ella. Menos mal que sus votos no son necesarios y el parque acuático se hará, gracias a la gestión profesional que hemos implantando desde 2015 en la empresa pública Emsevall.

El parque acuático se pagará con los beneficios de les Coves de Sant Josep. Cuando llegamos al gobierno en 2015 no había beneficios y después de mucho trabajo y mucha gestión responsable hemos conseguido que los haya. El año pasado: 500.000 euros que ahora se reinvertirán en el paraje. Para llegar hasta aquí, modernizamos la iluminación del interior y subimos los precios de la entrada a les Coves de Sant Josep y el PP también se quejó y lo criticó. ¿El resultado? Pese a ese aumento el número de visitantes anuales no ha parado de crecer. De hecho, en el mes de abril hemos batido récord de visitas. Esto no es fruto de la casualidad.

Y esto hará que el nuevo parque acuático sea pagado en su gran parte con los beneficios que dejan los turistas en la Vall, porque quienes mayoritariamente visitan les Coves de Sant Josep son personas que no viven en nuestra ciudad. Lo explico porque es una pregunta que mucha gente se hace y me ha hecho. En definitiva, tendremos unas instalaciones de verano que no saldrán de los impuestos de los valleros y valleras. Una buena noticia, como también que la gestión será pública y directa para no caer en los peores errores del pasado.

Instalaciones

El parque acuático tendrá tres toboganes en la piscina grande y el vaso infantil tendrá dos toboganes. Las playas serán accesibles, habrá un splashpark con juegos de agua en el suelo, una gran zona de solárium, una zona verde con área de pícnic libre y un quiosco-cafetería con terraza. Como dato importante, las piscinas se trasladan hacia la actual zona deportiva abandonada para evitar la inestabilidad del terreno y aprovechar más las horas de sol. La integración con el entorno y el ahorro de energía y de agua serán otras claves del proyecto.

Por eso, aunque a algunos les gustaría que esto no fuera realidad, en un año estaremos cerca de estrenar el parque acuático. Una muestra más de cómo estamos transformando la Vall, dándole lo que merece, no dejando pasar más oportunidades y pensando en su futuro.

Alcaldesa de la Vall d'Uixó

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