Opinión | EL TURNO

Una de Astérix y Obélix

El jabalí asado era el plato central e indispensable de todos los banquetes que celebraban aquellos irreductibles galos en su aldea. Para Astérix y Obélix, la carne de jabalí era mucho más que una simple comida, en sus famosas viñetas este animal era el símbolo de sus épicos banquetes.

Desgraciadamente, en la actualidad los jabalís no son ese símbolo sino un problema real que afecta a la calidad de vida y la seguridad de nuestros ciudadanos. La superpoblación y proliferación ha derivado en un aumento alarmante de incidentes que no podemos ni debemos ignorar.

Los hechos hablan por sí solos. Nuestros agricultores sufren pérdidas económicas significativas debido a los daños que los jabalís ocasionan en sus producciones. La inseguridad que sienten al encontrarse con animales de gran tamaño y potencial peligrosidad en sus propias tierras es una preocupación que debemos atender. A esto se suma el creciente riesgo de accidentes de tráfico provocados por su irrupción en nuestras carreteras, poniendo en peligro la integridad física de los conductores.

Ante esta situación de indefensión, la inacción no es una opción. Por ello, en Burriana ya hemos tomado cartas en el asunto manteniendo encuentros con expertos y hemos solicitado a la conselleria las autorizaciones necesarias para llevar a cabo actuaciones de control de la población de jabalís. Unos permisos que, inexplicablemente, no se tramitaban desde 2019 y que ahora, gracias al impulso de este equipo de Gobierno, hemos logrado reactivar, habilitando alrededor de 40 puntos estratégicos para abatir o capturar estos animales.

El objetivo es claro: reducir la población de jabalís de forma controlada, priorizando la seguridad de nuestros vecinos y la protección de nuestro sector agrícola. Esta medida no responde a un capricho, sino a una necesidad imperante para restablecer un equilibrio que se ha visto alterado.

Matadero

Asimismo, seguimos manteniendo conversaciones con la Diputación y conselleria para lograr que la carne obtenida pueda llevarse al matadero de Burriana y aprovecharse. La carne de jabalí es un producto natural, y aunque sea un símbolo entrañable de este universo único que representan Astérix y Obélix, en la sociedad actual, tan concienciada con el desperdicio alimentario, no tiene sentido desechar toneladas de una carne con bajo contenido en grasa y rica en nutrientes, que puede y tiene diversas salidas, desde abastecer la demanda de restaurantes locales hasta convertirse en pienso animal o incluso ser donada a comedores sociales, contribuyendo así a una economía circular y solidaria.

Alcalde de Burriana

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