Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

80 años de holocausto

Los reyes Felipe VI y Letizia han honrado la memoria de los españoles martirizados y asesinados en el campo nazi de Mauthansen, asistiendo al acto conmemorativo del 80 aniversario de la liberación de aquel infierno de muerte, protagonizado por una unidad de la 11º División Acorazada de la US Army el 5 de mayo de 1945. Cuatro mil quinientos compatriotas dejaron la vida en aquel centro del horror situado en el corazón de Austria. En otras muchas instalaciones de exterminio la maquinaria puesta en marcha por Hitler, bajo el marco legal del Estado alemán y conocida como Solución Final, constituyó el aberrante holocausto sustanciado en la matanza de millones de seres humanos, entre ellos seis millones de judíos. Además de los muertos en Mauthansen, miles de españoles fallecieron en otros campos, ejecutados por formar parte de la Resistencia francesa o caídos en el frente de batalla formando parte del Ejército de la Francia Libre que comandaba el general De Gaulle. A ellos, la mayoría republicanos y todos luchadores por la libertad, les debemos tanta gratitud como respeto, su generoso sacrificio contribuyó a la caída de la ignominia del nazismo y la liberación de Europa.

Lástima que los supervivientes no lograran ver el sueño de una España democrática tras la victoria de los Aliados, que nunca quisieron cruzar los Pirineos y mantuvieron a Franco en el poder, ante la amenaza soviética encarnada en Stalin, otro despiadado genocida. Los intentos de los socialistas en el exilio, primero con Largo Caballero y después con Indalecio Prieto, de llegar a acuerdos con Don Juan de Borbón para instaurar una monarquía parlamentaria igual al modelo británico jamás llegó a buen puerto. Tanto en la Casa Blanca como en el número 10 de Downing Street, nunca hubo interés por desalojar a Franco del poder. Ya en la operación Torch, desembarco aliado en el Norte de África en noviembre de 1942, los servicios secretos militares franquistas colaboraron con norteamericanos y británicos, de ahí que el propio Churchill, en la Cámara de los Comunes, tuviera palabras de agradecimiento hacia el dictador español.

Diligencias

Ocho décadas después de la barbarie nazi, la Unidad de Derechos Humanos y Memoria Democrática de la Fiscalía General del Estado anuncia diligencias de investigación por «delitos de homicidio, asesinato, detención ilegal y desapariciones forzosas en un contexto de crímenes contra la Humanidad, perpetrados contra la población española que, tras huir de Franco, terminó recluida en campos de exterminio». Vuelve el fantasma del llamado Caudillo, siempre en la manga del sanchismo. Y, al respecto, sonrío al leer unas declaraciones del escritor Eslava Galán: «Pura propaganda. No es un intento real de reparación moral. Ya no queda ningún responsable vivo de los crímenes de guerra, ni de un bando ni de otro». Y remata el colega: «La izquierda acusa a la derecha de ser heredera de los asesinos franquistas, pero no se habla de los crímenes del otro lado» . Digo yo que cuando en el presente hay zozobra nos intentan distraer con un pasado irremediable. Sanchismo.

Periodista y escritor

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