¡Qué poca dignidad!

Leo en los medios que en el Congreso de los Diputados han aprobado una modificación del Reglamento de la Cámara para impedir que agitadores ultras acreditados como periodistas (de pseudo medios subvencionados por alguna institución en manos de la derecha) provoquen incidentes.

Parece ser que todos los grupos parlamentarios, menos PP, Vox y UPN, consideran que hay que acabar con los incidentes que en forma de insulto, acoso, falta de cortesía, alteración de las intervenciones… están sufriendo los portavoces de los grupos parlamentarios de izquierdas y sus jefes de prensa en el recinto parlamentario. Así es que, para frenar ese vergonzoso y antidemocrático proceder, han acordado reconocer como infracciones algunos de esos comportamientos y, en consecuencia, castigarlos con sanciones que pueden llegar hasta la suspensión y la retirada de las credenciales. Por cierto, como por desgracia es habitual, el PP y Vox dicen que solo se quiere controlar y censurar los medios para tapar la corrupción de Sánchez. ¡Qué poca dignidad hay en esa opinión! La verdad es que esa resolución hace tiempo que, en defensa de la profesión, era solicitada por las asociaciones profesionales de los periodistas.

Ultras

Además, hay que recordar que antes de que la Mesa del Congreso tome una decisión sobre el comportamiento de alguno de esos agitadores ultras, el Consejo Consultivo de Comunicación, donde también están representadas las asociaciones de los periodistas, deben presentar un informe. En última instancia cabe recordar que este tipo de normas ya existen en otras instituciones, también en la UE, y día a día demuestran que sirven para proteger la democracia y la libertad de opinión de partidos y periodistas. Bienvenidas sean.