Opinión | FIRMA INVITADA

El protocolo familiar en la sucesión empresarial

Uno de los problemas más habituales tras el fallecimiento del fundador de una empresa familiar es el bloqueo en la toma de decisiones. La falta de acuerdo entre los herederos, agravada por tensiones personales o resentimientos acumulados, puede paralizar la actividad de la empresa y poner en riesgo su continuidad. Para evitar este escenario, es fundamental planificar con antelación y tomar decisiones en vida. Establecer un marco claro que regule el relevo generacional ayuda a minimizar el impacto económico del fallecimiento del fundador y protege a la empresa frente a situaciones de incertidumbre o conflicto.

Con el fin de evitar estos conflictos futuros, los abogados recomendamos una planificación adecuada y a medida, a través de la confección de un protocolo familiar con un plan de sucesión, ya que con él vamos a regular la organización empresarial y las relaciones familiares, de formar que quedará asegurada la continuidad de la empresa tras el fallecimiento de la persona que ha estado al frente de la misma.

Estos protocolos familiares están constituidos por un conjunto de pactos que suscriben los socios entre sí o con terceros con los que tienen vínculos familiares; y tienen como objetivo regular las relaciones de propiedad y empresa, entre la familia.

Con esta herramienta jurídica vamos a salvaguardar la salud financiera de la empresa, en caso de fallecimiento e incluso de jubilación, porque estos protocolos constituyen un acuerdo voluntario entre los miembros de la familia, que desempeñan su actividad dentro del negocio.

Marco de confianza

La clave para elaborar el protocolo familiar será la comunicación entre todas las partes interesadas, de forma que la familia empresaria debe analizar y reflexionar sobre la necesidad de establecer este protocolo definiéndose como se va a llevar a cabo la gestión de la empresa, la entrada y salida de la familia en el negocio, y finalmente, las reglas de sucesión. Con este protocolo se estará fijando un marco de confianza, y en el mismo se hará constar: quién sucederá al fallecido, el cargo que ocupará, como se llevará a cabo la gestión de la empresa, como será la colaboración entre la dirección y los miembros de la familia, así como todos los pormenores que entiendan necesario.

Es absolutamente necesario llegar a pactos, y plasmarlos para dar seguridad a los acuerdos que se alcancen; por supuesto, este protocolo deberá ser aprobado y firmado por todos los miembros de la familia, alcanzando el compromiso de su cumplimiento. Estos protocolos familiares, regularán las relaciones de familia, propiedad y la propia empresa, estableciendo cuál será el papel de cada uno de los herederos tras el fallecimiento; y con ello, el relevo generacional de la empresa estará asegurado.

Estos acuerdos van a ser el instrumento más útil y sano a la hora de establecer la transmisión de la empresa, de forma que a través del protocolo entre los miembros de la empresa familiar se estará estableciendo un instrumento jurídico para blindar acuerdos entre los socios de una empresa respecto de sus decisiones y acontecimientos personales y familiares y garantizar, de esta forma, la correcta sucesión en la empresa.

Real Decreto

Legalmente, nos encontramos con el Real Decreto 171/2007, de 9 de febrero, por el que se regula la publicidad de los protocolos familiares de las sociedades mercantiles no admitidas a cotización, y el acceso al registro mercantil de los mismos. Cuando se redactó este real decreto, el legislador tuvo en cuenta que la mayor parte de las actividades económicas españolas están integradas por sociedades de carácter familiar, en las que la propiedad o el poder de decisión pertenecen, total o parcialmente, a un grupo de personas que son parientes consanguíneos o afines entre sí.

Estamos ante un tema importante, porque con los protocolos familiares, se van a establecer las pautas de comportamiento para los miembros de la familia que bien son socios, trabajan en la empresa, o de alguna manera se van a ver afectados por la continuidad de ella. Contar con un protocolo familiar no solo evita conflictos, protege el legado empresarial y asegura su continuidad con criterio y consenso.

Abogada

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