Opinión | BABOR Y ESTRIBOR

El estafador

Rostro pétreo, rictus estudiado, ademanes teatralizados y agarrado a su biblia, Manual de resistencia, Pedro Sánchez no defraudó a la afición, tomándole el pelo. Tras pedir perdón reiteradas veces y sacudirse cualquier responsabilidad renegó de Santos Cerdán y aseguró que no habrá elecciones hasta el 2027. Poco antes el secretario de Organización del PSOE había anunciado su renuncia. Por la mañana conocíamos el demoledor informe de la UCO en el que aparece Cerdán hablando de mordidas procedentes de varias adjudicaciones de obra pública. Los interlocutores del hombre de confianza de Pedro Sánchez eran los ya conocidos Koldo y Ábalos; junto con Cerdán, la tripulación al completo de aquel utilitario de la épica reconquista del sanchismo, recorriendo los caminos de España. Episodio que el otro día recordaba con genial acidez Alfonso Guerra, al tiempo que pedía elecciones.

Pucherazo

El último informe de la UCO hace referencia al pucherazo de las primarias que ganó Sánchez en 2014: "Cuando no te vean, apuntas a los dos que faltan y metes los sobres en la urna", le ordenó Cerdán a Koldo. En 2016 el sanchismo fue descubierto intentando manipular las primarias y Pedro perdió. En mayo del año siguiente, fruto del viaje con el Peugeot, nuestro Dorian Grey patrio recibía el apoyo de las bases y regresaba victorioso a Ferraz. Doce meses después vendió el alma al diablo y ganó la moción de censura con la compra de los votos del PNV y en un alegato contra la corrupción escenificado por el procesado Ábalos. Ayer, Pedro volvió a estafar.

Periodista y escritor

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